Sorpresa y conmoción genera en el mundo del rap el repentino fallecimiento de una de sus más insignes promesas, el músico Lil Peep, cuya muerte fue confirmada a los 21 años por Chase Ortega, su representante.

Aún se desconocen las causas del deceso de Gustav Åhr, nombre real del MC que desde un comienzo, a través de sus letras, hizo pública su adicción a las drogas. Es esta la principal teoría que enarbolan los seguidores del cantante, basados en un mensaje que por internet difundió Adam Grandmaison, amigo de Peep: “Estoy escuchando que Lil peep sufrió una sobredosis y está en el hospital”, dijo.

“Estoy completamente roto y perdido en este momento. Ni siquiera puedo sentir que no es real. Te amo y te echaré de menos siempre. Uno de los más auténticos. Por favor, que alguien me diga que esto no es real”, escribió el mánager de Peep en Twitter, para luego asegurar que la noticia de su muerte la esperaba por lo menos “hace un año”.

Lil Peep fue un rapero oriundo de Nueva York, descendiente de inmigrantes (su padre era de origen alemán y su madre irlandesa), que comenzaba a dar sus primeros pasos en el rap. Este año había editado su disco debut, “Come Over When You’re Sober, Pt. 1”, que ya acumulaba buenas críticas y una positiva recepción del público.

Los seguidores de su música y su cuenta en Instagram conocían la estrecha relación del MC con las drogas. Es en redes sociales donde las últimas huellas del rapero aún generan intriga, ya que develan el oscuro mundo que lo consumía antes de su muerte.

En una de sus últimas imágenes en la red social, Peep se deja ver aparentemente drogándose, con dos estampillas en su lengua y la mirada perdida. En otra, le dedica un irónico mensaje a tres fans que lo miran tras el lente de su cámara. A esta hora, otros cientos de textos de condolencias se suceden debajo de ambas fotografías, acaso el último testimonio en vida de Lil Peep.

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Look at my beautiful fans awwwww

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