Sorpresa causó la cancelación de 15 fechas del exitoso “Purpose World Tour“, la gira que ha llevado a Justin Bieber a recorrer gran parte del mundo los últimos dos años (incluido Chile en marzo pasado) de la mano de su reciente y alabado disco, “Purpose“. El artista argumentó “circunstancias imprevistas“, una explicación que causó más suspicacias que tranquilidad entre sus fans.
“Justin quiere a sus fans y odia decepcionarlos. Agradece a sus seguidores la increíble experiencia del Purpose World Tour durante los pasados 18 meses. Está agradecido y se siente honrado por haber compartido esta experiencia con su elenco y el equipo en más de 150 exitosos espectáculos”, anunció un comunicado de su equipo.
A esto se sumó un video del portal de espectáculos TMZ difundido ayer en redes sociales, donde el canadiense es abordado por una periodista a raíz de la cancelación de los shows. “Quiero disculparme con aquellos fans que se sientan decepcionados y traicionados con mi decisión. Todo está bien. He estado de gira por dos años y necesito descansar y relajarme“, apuntó allí el músico.
Ahora, durante las últimas horas, TMZ ha difundido una teoría que explicaría la inesperada cancelación de la gira: el supuesto “reencuentro con Cristo” que habría vivido Justin Bieber. La afirmación la sustentan en fuentes de la Iglesia Hillsong, quienes aseguraron que la voz de “Sorry” pretende, de momento, “dedicar su vida a Cristo”.
De acuerdo al portal, Bieber lleva meses participando activamente en la Iglesia Cristiana Pentecostal, la cual conoció gracias a la labor del mediático pastor Carl Lentz, un religioso al que frecuenta desde los días en que Bieber salía con Selena Gomez.
Lo anterior no es una rareza entre las celebridades. Lentz es reconocido por “convertir” y “acercar a Dios” a personalidades del mundo del espectáculo menores de 30 años. En su lista de conversos destaca, por ejemplo, otra estrella adolescente: Nick Jonas, el ex Jonas Brothers.
Este lazo religioso llega en momentos complicados para Justin Bieber, quien el último tiempo ha protagonizado diversos escándalos mediáticos, incluso como víctima de errores pretéritos. La semana pasada China le prohibió actuar en el país debido a su “mal comportamiento” en 2014, cuando escandalizó a las autoridades locales tras fotografiarse en el santuario de Yasukuni de Japón, que tanto Pekín como Seúl consideran un símbolo del militarismo nipón durante la Segunda Guerra Mundial.