El Consejo Alemán de Diseño, a través de su premio internacional de arquitectura denominado Iconic Awards, entregó su principal reconocimiento al Museo de Sitio de Geoglifos de Pintados ubicado en la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, administrada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
El premio que promueve el diseño integral en concordancia con el medio ambiente, resaltó la materialidad además del diseño contemporáneo de la construcción, que se integra en armonía con el entorno y su contexto cultural.
La distinción inserta en la categoría “Todo el mundo de la arquitectura”, compitió con edificaciones públicas de todo el mundo, entre ellas salas de conciertos, teatros y estadios. En el diseño del Museo de Geoglifos de Pintados, mandatado por CONAF y creado por los arquitectos iquiqueños Aldo Testa y William Obregón, destaca la mimetización del entorno con la construcción y que ésta no compite con el entorno arqueológico y el ecosistema que protege esta reserva nacional.
William Obregón resaltó que entre las principales características del diseño, están el que se sumerge 1,5 metros para dar la sensación de enterrado, además de ser cubierta por material removido, resultando una loma artificial que se funde en el paisaje. También la escala de la construcción y la utilización de materiales locales, como el costrón de sal que se usó para resolver aspectos climáticos y estéticos.
Sobre la obra, Obregón indicó que “hubo una comprensión del encargo y una postura clara de cómo debía desarrollarse. El proyecto en su diseño funde lo contemporáneo y lo original. En su interior desarrolla un lenguaje moderno y, en el exterior, mediante su forma y materialidad, recoge lo original, transmitiendo valores de respeto del entorno, del pasado cultural y conservación del patrimonio”.
Julio Barros, director regional de CONAF, señaló que “nos sentimos honrados por este importante premio que ha recibido el museo y sus arquitectos. Durante el proyecto se buscó preservar este importante patrimonio, pero que la construcción no opacara a los geoglifos y que su diseño incorporara aspectos propios de la cultura aymara. Y, otro punto importante, es que son arquitectos de la región quienes recogieron esta visión y la plasmaron a la perfección con la identidad local”.