La versión estelar ofrecida en el Teatro Municipal de Santiago, de esta obra, una de las óperas inmortales de Giuseppe Verdi, contó con un elenco de cantantes sudamericanos que sorprendieron gratamente en la puesta en escena, ante un encantado público, de la romántica y desventurada historia de Violeta y Alfredo, un melodrama sinónimo de “operístico”, que habla de amor y sacrificio.

Sin duda que “La Traviata”, basada en la novela “La dama de las camelias”, de Alexandre Dumas, es una de las óperas favoritas del público: las grandes arias escritas para la soprano protagonista, el tenor y el barítono, siempre han impresionado muy favorablemente a sus rendidos admiradores.

Desde su creación, la popularidad de esta obra ha sido constante y se ha mantenido en el repertorio hasta la actualidad. “La traviata” sigue siendo muy importante dentro del repertorio operístico estándar, y aparece con destacada figuración en cualquier ranking y se la considera como uno de las óperas más representadas en todo el mundo a través de todos lo tiempos.Es una obra atípica dentro de la producción de Verdi, por su carácter realista. No refiere grandes hechos históricos, como “Nabucco”, ni está basada en tragedias como “Macbeth”, sino que es un drama psicológico de carácter intimista. Fue la primera ópera en la que los actores usaron trajes contemporáneos de la época (esmoquin y vestidos largos de dama, a la usanza francesa o inglesa), ya que hasta ese momento las óperas siempre usaban trajes históricos, correspondientes a siglos pasados o a otras civilizaciones (como ocurrió con “Aida,” en la que se usaron ropas del antiguo Egipto; Nabucco, del antiguo Israel, o Rigoletto, que evocaba la Italia del norte del siglo XVI).

El Teatro Municipal de Santiago en su estreno de la versión con su segundo elenco de esta cuarta ópera de la temporada 2016, en co producción con el Teatro Colón de Buenos Aires, permitió, a espectadores y críticos, comprobar la buena labor cumplida por el destacado artista local Pablo Núñez que tiene a su cargo la dirección de escena, escenografía y vestuario, y con un elenco de cantantes en que la soprano argentina Jaquelina Livieri, demostró ser una cantante de primer nivel y, quien a través de toda la presentación, llevó el peso de la obra con una sorprendente calidad, tanto como solista como en duos.

Jacquelina, rosarina de 30 años, debutante en los escenarios a los 16 en un rol secundario de “Rigoletto”, destaca principalmente con un registro de soprano de coloratura, quien se lució -en nuestra opinión- en el segundo acto, en los pasajes de gran intensidad y dramatismo, junto al temible padre de su enamorado pretendiente Alfredo, el severo Giorgio Germont, ya que logra acoplar una pareja perfecta con su compatriota, el experimentado barítono Omar Carrión, con un diálogo vocalizado en forma casi perfecta, en que ella exhibe potencia, dulzura y personalidad, virtudes que dejan admirado al público, que la aplaudió sin reservas. Además, al comienzo y final de la ópera, ella es un personaje que se impone por presencia y es la Violeta en todo momento. Carrión, en todo caso, cumplór correctamente su rol de atribulado padre y además interpreta, sin problemas, la emblemática aria “Di Provenza il mare”.

El tercer protagonista en análisis es Alfredo, el desdichado amante de Violeta, rol que tiene la oportunidad de encarnar el joven tenor nacional Carlos Moreno Pelizari, valor joven, quien reside y ha hecho carrera en ciudades de Alemania, el cual afrontó en forma cuidadosa su dramático rol, sin profundizar demasiado en este, con la intensidad vocal justa y necesaria, en especial en las partes de mayor exigencia emotiva, pero su participación tuvo un buen nivel de calidad lírica, sobre todo que cubrió la responsabilidad de un personaje protagónico al lado de dos muy buenos solistas.

En la dirección musical, a cargo de la Orquesta Filarmónica de Santiago, cumple una esforzada tarea, su director residente, el chileno Pedro Pablo Prudencio. junto al elenco internacional de cantantes, en que destaca, junto a él, una vez más, el excelente coro del Municipal que dirige Jorge Klastornick.

Los restantes intérpretes estuvieron en buen nivel, principalmente Andrea Aguilar como Flora, Jessica Rivas, como Annina y, también, Francisco Huerta como Gastón, Pablo Castillo como el Barón Douphol, Eleomar Cuello como el Marqués de D’Obigny, David Gáez como el Doctor Grenvil, Gustavo Morales como Giuseppe, Patricio Älvarez como el Sirviente de Flora y Cristóbal Gutiérrez, en el rol de Mensajero.

La interpretación es en italiano, con subtítulos en español y duración de dos horas aproximadamente, sin incluir intermedios.

Elenco Estelar
Violetta: Jaquelina Livieri
Alfredo: Carlos Moreno
Giorgio: Omar Carrión
Flora: Andrea Aguilar
Gastone: Francisco Huerta
Barón Douphol: Pablo Castillo
Marqués D’Obigny: Eleomar Cuello
Doctor Grenvil: David Gáez
Annina: Jessica Rivas
Giuseppe: Gustavo Morales
Sirviente de Flora: Patricio Álvarez
Mensajero: Cristóbal Gutiérrez