El éxito logrado por Jorge Baradit con Historia Secreta de Chile ha sido arrollador, al punto de tener los tres libros al tope del ranking de ventas (sin incluir los “pirateados”).

Baradit repite la exitosa fórmula de mezclar hechos -poco conocidos o poco recordados, pero no secretos- relevantes con otros anecdóticos relatados en forma liviana, con mucho condimento, algunas opiniones personales lanzadas en forma provocadora para dar como resultado libros amenos, que nos entrega algunos antecedentes nuevos.

El resultado es que, al leerlos, nos entretenemos y quedamos con la sensación de haber aprendido (más de lo que realmente hemos adquirido).

Baradit tiene muchos puntos a su favor: entretiene, vende mucho, pero en especial ha estimulado (junto a otros, pero él es la cara más visible) el interés por nuestra historia, esa historia menos conocida, la que está fuera del marco más oficial. Ha estimulado mirarnos, buscar una identidad nacional más diversa y compleja.

En contra tiene la liviandad, el repetir la fórmula sin mejorarla, el hacer afirmaciones que no colaboran (como escribir que una ceremonia religiosa es una “función”) o mezclar temas relevantes con otros menores, dándoles aparentemente el mismo peso (o no dándole a esos temas “menores” el peso que pudieran tener).

En Historia Secreta de Chile 3 Jorge Baradit aborda el Incendio de la Iglesia de la Compañía de Jesús (donde se ubica el ex-Congreso Nacional en Santiago, detrás de la Catedral), un hecho muy relevante y bastante conocido (fue el origen de las compañías de bomberos en la capital además haber un monumento que conmemora la tragedia justo frente al principal acceso al Cementerio General); un exorcismo en el siglo XIX; un relato dedicado a los esclavos africanos que pelearon por nuestra Independencia; uno sobre María Angata Veritahi (Hay al menos un libro dedicado a ella); Gabriela Mistral, etc.

Algunos temas que aborda Baradit requieren más desarrollo, más antecedentes, contexto, incluso para poder constituirse en una introducción, un estímulo a los lectores para investigar o indagar más en ellos.

Por ejemplo, el capítulo sobre los símbolos patrios es muy básico, incompleto, parcial, aunque lo haya abordado antes. En especial habiendo textos muy completos y complejos sobre el tema.

En resumen, Historia Secreta de Chile 3 es una obra apta para quienes gustan de los libros anteriores de Historia Secreta de Chile (muy distintos a sus libros de ficción), con algunas buenas provocaciones (otras contraproducentes) y estimulante para personas que sepan poco o nada de los temas abordados.