La connotada profesora local Luz Vega Cisternas hizo entrega al Museo de la Escuela Normal Juan Madrid de Chillán un total de 18 libros que pertenecieron al establecimiento educacional y que la docente rescató de una quema realizada durante los inicios de la Dictadura en los recintos de esa Escuela, en 1974.

Vega explicó que “asumí la cátedra de Español de la recién creada Sede Educación de la Universidad de Concepción en Chillán el 22 de mayo de 1974. En los días en que nos preparábamos para recibir nuestros primeros alumnos, me llamó la atención que algunos auxiliares acarreaban en carretillas muchos libros que vaciaban en una pira encendida en el patio trasero de los edificios recién construidos”.

Además agregó que “luego de la sorpresa de tamaña aberración bajé corriendo a preguntar por qué hacían esa barbaridad. Entonces me contestaron: Señorita, por favor no se meta. Son órdenes superiores. Sin pensarlo dos veces, me agache y tomé una brazada de los libros que tenía más cerca y volé a mi oficina. ¡No sabía qué hacer! Yo era profesora de la Universidad de Concepción y esos libros eran de la Escuela Normal, de la que solo restaba el pabellón de entrada, por la calle Brasil, y que además estaba militarmente custodiada. Decidí que no podía perjudicar a los auxiliares que estaban obligados a cumplir esa fea tarea. No tenía cómo reclamar”.

“Me llevé los libros casa y los guardé. Estaban todos en francés y principalmente de fotografía. Era una valiosa información histórica del desarrollo de este arte y de sus técnicas. Me ayudaron a ejercitar mi francés, pero me hacían llorar porque recordaba la imagen de las llamas, crepitando, devorando un Atlas de Gay que yo conocía muy bien porque los profesores del Charles de Gaulle, donde estudié, usaban sus imágenes para mostrarnos las bellezas de la flora y fauna chilena”, puntualizó la profesora.

Finalmente, Luz Vega Cisternas expresó su satisfacción de devolver estos textos “como testimonio del espíritu y dedicación de los maestros que allí enseñaron y de los que aprendieron a serlo en una Institución que se preocupaba por nutrirlos de lo mejor del conocimiento de esa época. Así lo vi en mis dos hermanos que se titularon en los Cursos Profesionales para la Formación de Normalistas, luego de tres años de estudios, posteriores a su egreso de humanidades”.

ChillaNews.cl
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