Algunos podemos estar acostumbrados a las aventuras del comisario Salvo Montalbano (Porto Empedocle, 1925), donde en una serie de libros habla de delincuentes, policías y algunas mujeres (Ingrid, en especial). En “Mujeres” (Ediciones Salamandra, 2015), Andrea Camilleri nos entrega ahora una serie de relatos cortos sobre “sus” mujeres. Mujeres que forman parte de una larga vida y que son descritas con cariño, ternura y muchas veces admiración.
Aquí, el escritor siciliano presenta algunos de sus amores (de todo tipo): personajes literarios o históricos, a su abuela, algunas mujeres de su Sicilia o una inmigrante, entre tantas que van generando este conjunto de relatos que van configurando un amplio abanico de mujeres entrañables.
Algunos de sus textos, y las mujeres que retrata, son realmente notables. A través de ellas descubrimos –con esta colección de espejos- un Andrea Camilleri amable, bondadoso, sensible, profundo, culto y enamoradizo para configurar un canto a la vida. Los relatos son muy diversos, como Juana, sobre Juana de Arco y la película “La pasión de Juana de Arco” (1928) con la notable actuación de Renée Falconetti. O Yolanda, la sirvienta que financió su primer trabajo como director. Y Ninetta, esa mujer casi anónima de un tesón rayano en la soberbia que espera a su amado preso por los fascistas.
Y está Ingrid, la estudiante sueca… “En homenaje a la libertad, la espontaneidad y la pulcritud moral de Ingrid quise que la amiga extranjera de mi comisario Montalbano fuese sueca y se llamase como ella”. (pp 85)
39 relatos sobre 39 mujeres, reales o no, ordenadas en orden alfabético que viven en Andrea Camilleri para entregarnos un oasis. Leer “Mujeres” es una forma de detenerse un momento para mirar alrededor, para sentir la vida y verla con más cariño y curiosidad, para buscar en ella esas mujeres que nos han iluminado. Un gran respiro.
