Trainspotting (1996), de Danny Boyle, marcó una generación caracterizada por la autodestrucción, y por una estética reconocible incluso hoy. Es por eso que la segunda parte de esta película generó expectativas entre sus fanáticos durante años, especialmente cuando el director británico esquivó tantas veces llevar el proyecto adelante.

Esta entrega está basada en la siguiente novela de Irvine Welsh, Porno (2002). Finalmente pasaron 20 años, y así como en el mundo normal, en el diegético los personajes también envejecen 20 años. Pero más que la evolución de Renton, Begbie, Sick Boy y Spud, son los fantasmas del pasado los que guían la historia. Es allí donde Trainspotting 2 se hace más fuerte: en la memoria emotiva y la nostalgia.

Trainspotting 2
“Trainspotting 2”

Mark regresa a Edimburgo a ordenar lo de antes. A devolver a cada uno las 4 mil libras robadas. Pero eso no le parece bien a Sick Boy, quien busca venganza. Ahí, coincidirá con Bergie, quien sólo quiere matar a Mark. Finalmente, Spud es… Spud, el relevo cómico y carismático de la historia.

La memoria emotiva es una fuerza que también evidencia, eso sí, el cambio de los protagonistas. A algunos los moverá lo mismo, pero a otros ya no. Eso sí, ya ninguno es un chiquillo.

El nihilismo de la primera ya no existe en la segunda. Estamos tratando con gente de 45-50 años. Begbie tiene una esposa y un hijo, que estudia en la universidad. Mark viene de un matrimonio fallido. Por otro lado, Sick Boy sigue haciendo tretas similares a cuando joven, y Spud sigue sumido en la droga. Tanto por evolución, como por quietud, los cuatro personajes revelan inquietantes verdades de cada uno.

Trainspotting siempre será un hito de una época. Por eso, es duro para el fanático enfrentar que no es la misma que la original. El mundo de esos cuatro amigos ya no existe, y el universo estético y musical de Trainspotting, si bien está vivo en nuestras cabezas, no cuaja a la hora de intentar representar el nuevo universo. Por eso, en muchos pasajes de la cinta, simplemente renuncia y se vuelve más dosmilera.

Trainspotting 2
Trainspotting 2

También hay aspectos que, siendo muy interesantes, la cinta los ve de manera superficial. Diane, que lejos del afiche de la primera, convengamos que no aparece mucho, acá sólo se limita a una escena. Ahora es abogada, y definitivamente se alejó de ese mundo. Su forzosa ausencia sólo resalta el escape de ese pasado que Mark, en un primer momento, intenta recomponer.

Ahora, los lugares comunes saltan a la vista a nivel formal: Trainspotting 2 no reconoce a su audiencia. Todos quienes estamos en la sala de cine, ya vimos la primera, pero aún así, recurre a flashbacks innecesarios para reforzar diálogos que perfectamente sabemos a qué escenas de la primera remiten, Esa falta de sutileza le juega en contra, y la belleza visual al homenaje a Tommy se empaña por eso.

Otro lugar común mucho más hollywodense es el “personaje femenino”. Ya la industria nos tiene seteados a un personaje femenino más joven que los hombres, y muy guapa. Acá no es distinto, y tenemos a Veronika, alguien que perfectamente pudo haber tenido 3 años para la primera entrega. Esa necesidad (en realidad, se puede explicar de muchas maneras) de Hollywood de tener a una musa joven viene desde hace casi cien años, y es ahí también donde Trainspotting, que recoge una contracultura y un rupturismo de forma, acá yace en el convencionalismo. Eso, sin contar con el excesivo protagonismo en pantalla de Verónica, cuya fuerza no es relevante para la historia.

Pérdidas monumentales son, aparte del personaje de Diane, la poca profundidad del regreso de Mark, y el impacto en sus padres, a quienes abandonó. Por eso, es interesante cómo esos aspectos, que definen el curso de las acciones de Mark, son precisamente los más sutiles.

Se podría decir que muchas veces cuando no hay nada bueno que decir, es mejor no decir nada. Tal vez apostar a la madurez no siempre puede tener resultados positivos, y esa idea pasa por la cabeza en varios momentos cuando estás en la sala de cine.

Trainspotting 2
Dirección: Danny Boyle
Reparto: Ewan McGregor, Ewen Bremner, Jonny Lee Miller, Robert Carlyle, Anjela Nedyalkova