Por Leopoldo Pulgar Ibarra
Interestelar plantea temas muy vigentes que han sido abordados por la escena nacional. Entre ellos, el bullying escolar, la discriminación, la diversidad sexual e intersexualidad en la vida adolescente.
El relato teatral de la dramaturga Leyla Selman, con dirección de Aliocha de la Sotta, dibuja qué sucede al interior de una típica familia chilena, luego que un hijo adolescente declara que ha decidido “mutar”.
A eso se agrega la decisión de dos estudiantes de defender los derechos de quienes son diferentes y contra la permanente intimidación que sufren en su colegio. Lo hacen, a través del movimiento “Que te importa”, protesta que termina con ambas en el hospital.
Una propuesta que alude a la idea de cambio, que resuena y rebota de manera distinta en cada uno de los integrantes del grupo familiar. Una situación que trae consigo solidaridad, pero también revelación de verdades que se han guardado por largo tiempo.
Es aquí donde la autora aporta una mirada que marca una diferencia, un sello dramatúrgico y un punto de vista. La obra promueve la conversación y el análisis de esta realidad y, sin perder fuerza e intensidad, no exacerba las conductas. Interesterlar busca encontrar caminos y respuestas esperanzadoras, lejos de los prejuicios.
Leyla Selman (Concepción, 1976) tiene una valiosa y prolífica trayectoria artística y numerosos premios. Entre ellos, “El pájaro de Chile y otra gente posible”, “Amador Ausente”, “Animales salvajes sueltos en mi mente”, “La calle de los milagros”, “El origen del miedo”, “Edipo Stand up Comedy”.
Algunas de sus distinciones son: Premio Nacional de Dramaturgia (“Amador Ausente”) y Premio Dramaturgia del Sur (“Los muertos”, ambos en 2003), Premio Municipal de Literatura de Santiago (“El pájaro de Chile y otra gente posible”, 2014), Mejor Dramaturgia (“Trilogía Final”, Círculo de Críticos de Arte de Chile, 2023).
Soltura y libertad
Dedicada de manera especial a los espectadores jóvenes, Insterestelar no tiene restricciones formales para mezclar espacios diversos en la vida humana, rasgo aplicable al diseño escenográfico y al universo sonoro.
Es una propuesta muy suelta y libre, tanto por su historia conmovedora y compleja como por los recursos literarios y escénicos que se utilizan en el escenario.
Frente a temas que muchas veces llaman a la confrontación, dramaturga y directora refuerzan la obra como ámbito de debate intrafamiliar para expresarse y escucharse mutuamente, se logre o no un consenso.
Así, el diálogo se abre para una familia que deberá mirarse a sí misma, redescubrir su propio perfil y tomar una posición respecto de un hijo que decide mutar en su género, justo cuando se encuentra en plena adolescencia, una etapa vulnerable y sujeta a todo tipo de presiones y abusos autoritarios.
Universo cercano
La propuesta se mueve a partir de una mirada optimista, sobre la base de una estrategia dramática que incluye un fuerte cuestionamiento a la rigidez de la estructura de la sociedad.
En primer lugar, recurre a la imagen de lo interestelar para aprovechar el aporte de un universo cercano al público joven, cuyos atributos son deseables y posibles para la vida humana en general.
Lo interestelar, el mundo extraterrestre, en realidad, la ciencia ficción no ingresa a la fuerza al espacio terrenal y cotidiano que sugiere el montaje.
Al revés: la ficción futurista parece provenir del sustrato más profundo del ser humano, una superficie material habitada por predicciones de felicidad y crecimiento superior.
Una referencia que sorprende e, incluso, puede asustar al grupo familiar si no es consciente que pueda ser una manifestación de una base cultural o social que se desconoce. En este sentido, los personajes de la obra conviven con situaciones extrañas sin mayor conflicto, mientras la intimidación escolar golpea, innombrable y con su tremenda capacidad destructiva.
Conflictos y caminos
El montaje no convencional en su desarrollo acoge con la mayor empatía a quienes sufren en carne viva la violencia institucional en la adolescencia, cuyos efectos repercuten en jóvenes y adultos.
Una propuesta que busca sensibilizar sobre cómo enfrentar el accionar negativo del abuso escolar desde el núcleo más sólido e inevitable que debieran constituir la familia y la escuela-educación.
Agrega una mirada desde afuera que busca-propone caminos para enfrentar conflictos y dificultades que, por muy violentas y conmovedoras, podrían ser resueltas.
Los recursos del acercamiento, la conversación y el diálogo, salir del hermetismo y el temor de contar lo que a cada uno pasa aparecen como algo muy sencillo de entender, por lo que sorprende que pueda estar limitado por prejuicios y temores.
Por ahí, entonces, aparece el juego escénico que la mano diestra de la directora imprime con cadenciosa intensidad, para que la vida corriente se inunde de vida inteligente, evolucionada y posible de un mundo exterior que se asume con naturalidad, como si fuera propio y parte del cotidiano.
Interestelar
Dramaturgia: Leyla Selman
Dirección: Aliocha de la Sotta
Elenco: Compañía La Mala Clase (Paulina Giglio, Bosco Cayo, Jaime Leiva, Mónica Ríos, Gara François, Tam Astudillo)
Diseño escenografía e iluminación: Laurène Lemaitre
Producción musical: Fernando Milagros
Vestuario: Paulina Giglio
Diseño gráfico: Javier Pañella
Jefe técnico: Hugo Tejo
Corporalidades escénicas: Paula Sacur
Programa mediación: Galide Moreno
Redes sociales: Alex Troncoso
Difusión: Marcela Piña
Producción: Francesca Ceccotti
Teatro del Bío Bío
Concepción.
Viernes 23, 19:30 horas.
Entrada general $ 6.000; estudiantes y 3ra edad $ 4.500.