El Museo de la Solidaridad Salvador Allende invita a participar de “noventa minutos de silencio”, acción performática con la que la artista Gabriela Carmona Slier dará cierre a su muestra ‘Cuando el sonido del mar se detuvo’. La actividad es gratuita y abierta a todo público.
Performance
En el marco del cierre de su exposición Cuando el sonido del mar se detuvo, este viernes 25 de abril a las 15:30 hrs, la artista Gabriela Carmona Slier realizará una acción performativa que propone el silencio como gesto de memoria, encuentro y reflexión. La performance, titulada noventa minutos de silencio, se desarrollará en la explanada del Museo de la Solidaridad Salvador Allende e invita a compartir un espacio de pausa, silencio compartido y recíproco.
“La idea es poder dar un cierre a la muestra, creando un ritual compartido y haciendo extensivo un gran silencio para crear una metáfora recíproca de ese momento declarado en mi obra: cuando el mar se detiene. ¿Qué acontecer podría ser tan devastador y sugerir que el mar se detuviera? ¿Qué dolor puede devenir con el silencio del mar completo, su inmovilidad y un silencio perpetuo? Lo representaré desde mi propia corporalidad, extendida a un sentir colectivo junto a quienes asistan a la performance”, expresa la artista.
Cuando el sonido del mar se detuvo
La exposición Cuando el sonido del mar se detuvo surge a partir de una investigación que la artista inició desde la frase “Quiero llorar mares” de Ana González, histórica defensora de los Derechos Humanos. Este sentimiento de dolor y pérdida la motivó a organizar una acción en la que decenas de mujeres le donaron ropa roja con frases y testimonios escritos. Con estas telas confeccionó un gran manto que luego llevó a la orilla del mar para realizar una acción performativa.
En esta muestra Carmona aborda la indagación del propio cuerpo como símbolo y soporte social y se compone en torno a la videoperformance que lleva el mismo nombre. En ella, a modo de gesto expiatorio, busca recrear un recuerdo íntimo en torno a la muerte, entrelazando su propio cuerpo con el paisaje del agua.
La actividad de cierre no requiere inscripción previa y está abierta a todo público.