Una de sus grandes frases, y que sintetiza parte de su pensar y su trabajo fue: “Monumentalizar la periferia y funcionalizar el centro”
El arquitecto catalán fue uno de los grandes artífices, impulsor y arquitecto de la gran transformación de Barcelona. Esa que hizo que sea uno de los grandes destinos de turistas y estudiantes. Y un gran lugar para vivir.
Oriol Bohigas (1925) falleció el martes recién pasado. Deja una gran obra arquitectónica y grandes propuestas urbanas, muchas de ellas realizadas. También fue un gran impulsor de la idea y la práctica de la arquitectura y el urbanismo como parte de la política y las transformaciones sociales.
Bohigas fue parte de la bohemia opositora en una España sometida a la dictadura de Franco. En una ciudad gris que negaba el mar.
Junto a Narcís Serra y, después, a Pasquall Maragall, entre otros, impulsó la gran transformación de Barcelona. Esa que se abrió al mar a través de la gran rambla. Esa que, con el desafío de los Juegos Olímpicos de 1992, se transformó en un polo, en ejemplo de urbanismo, desarrollo equilibrado.
Oriol Bohigas era una persona simpática, abierta a conversar y discutir de todo. Interesado en la vida -pública- en un sentido amplio. Así, se vinculó a temas de arquitectura, urbanismo, políticos, culturales y sociales.
Estuvo, en lo profesional, en el mundo privado y en el público. Diseñó vivienda social y la ciudad olímpica, como famosas plazas duras de Barcelona, como la dels Països Catalans, de Sants y el parque del Escorxador. Participó en la Fundación Joan Miró. Trabajó en el ayuntamiento en el área de urbanismo y años después en Cultura. Dirigió Ediciones 62 y presidió el Ateneu Barcelonés. Escribió más de una veintena de libros, algunos muy renombrados e importantes, como Barcelona entre el Pla Cerdà i el barraquisme, Reconstrucción de Barcelona o Realismo, urbanidad y fracasos.
Oriol Bohigas visitó algunas veces Chile. Sus charlas, sus exposiciones, fueron claras, convincentes, llenas de anhelos, buscando combinar la funcionalidad con la dignidad, en especial de los barrios periféricos, donde recurría a ejemplos de Barcelona. Y, por supuesto, hablaba de los grandes sueños que llevaron a esas grandes transformaciones.
Bohigas, sin embargo, no negaba los fracasos. Así, independista y vinculado a la izquierda catalana, se alejó un tanto de en el ultimo tiempo la política.
