“Ver los cementerios como museos o lugares de memoria e identidad, es un cambio de paradigma”, señala Tomás Domínguez Balmaceda, impulsor de “Ciudad de los Muertos”, iniciativa que busca resguardar el valor patrimonial de los cementerios públicos. En ella realiza actualmente -entre otras cosas- un proyecto de escaneo 3D y difusión del patrimonio arquitectónico, artístico e histórico del Cemeterio General de Santiago, en la comuna de Recoleta.

Tomás es arquitecto y experto en la historia del Cementerio General y ha sido el principal promotor en su protección por sus valores patrimoniales. Lleva 20 años investigando y trabajando por la salvaguarda del cementerio.

A petición suya, el año 2010 el Consejo de Monumentos declaró buena parte del camposanto como Monumento Nacional. En 2011, en el marco de la creación de una fundación para la conservación de estos establecimientos, decidió crear el “Registro Nacional de Cementerios Patrimoniales”, porque no existía un listado oficial de esos recintos formales. Además, el 2015 consiguió que el World Monuments Fund, con sede en Nueva York, incluyera al Cementerio General en su lista de patrimonio amenazado.

Archivo Histórico

Desde el 2018 Tomás tramita la solicitud de declaratoria de monumento del Archivo Histórico. Entregó el Expediente Técnico en febrero del 2019, pero el Consejo de Monumentos Nacionales no le ha dado respuesta.

El archivo que señala tiene más de 8800 volúmenes empastados, manuscritos o con recopilaciones de documentos originales y todo lo relacionados a sus tumbas. Son los documentos oficiales del Cementerio y la memoria en papel del transitar de más de 2.500.000 de santiaguinos.

El archivo es tan buena fuente documental, que tiene la capacidad de certificar (por ejemplo, para sacar pasaporte europeo). “Yo lo uso para saber de qué año es cada construcción, nombres y relaciones de quiénes los ocupan y otros datos. Van investigadores de historia y genealogía a buscar información inédita. Ahí encontré un montón de antepasados y me ayudó a encontrar sus tumbas. El archivo tiene colecciones de libros desde 1821 como los de ‘Ubicaciones’ con los domicilios póstumos, de Títulos con los derechos de uso perpeto, de pases de sepultación, de estadísticas, además de un sistema inmenso de fichaje kardex con las anotaciones a máquina de las fichas de cada tumba”.

Domínguez advierte que todo este valioso archivo está almacenado en un lugar inadecuado (colapsado espacialmente y vulnerable a incendios) y con protocolos de manipulación y conservación cuestionables. “La protección patrimonial como Monumento Nacional es un símbolo cultural, pero también sanciona más severamente el robo de ejemplares; crea nuevas responsabilidades para el Municipio; exigiría un ordenamiento, catalogación y acondicionamiento espacial del tipo bibliotecario con capacidad de almacenamiento para el futuro y tecnología anti incendio; permitiría al municipio postular proyectos de mejora de infraestructura a fondos de patrimonio del MOP, Gobierno Regional o ley de donaciones, y otros beneficios”, asegura.

Registro de su arquitectura

Durante la pandemia, parte de su trabajo fue realizar el primer catastro nacional de capacidad de los cementerios públicos en Chile. En este registro pudo constatar que habría escasez de espacio en los cementerios antiguos de las ciudades chilenas (públicos y parroquiales). “Después que me di cuenta que ninguna institución tenía un registro”.

Su principal objetivo a corto plazo usando esta tecnología 3D es generar un registro del extenso museo al aire libre que constituye a este camposanto. “Para hacerle un poco de justicia a las maravillas del Cementerio, en el contexto de conmemoración de su bicentenario”, comenta. Y es que el cementerio fue fundado el 9 de diciembre de 1821 y desde el terremoto del 2010 buena parte de su arquitectura fue dañada. Hoy, once años mas tarde, aún no hay reconstrucción y todavía hay restos insepulcros y cajones aplastados entre los escombros de, al menos, 16 mausoleos dañados, dentro del área protegida como Monumento Histórico.

Plan piloto de escaneo 3D

Tomás lleva a cabo la iniciativo en solitario y de manera autogestionada en el marco del proyecto “Ciudad de los Muertos”. El material lo difunde en sus cuentas en Instagram y Youtube.

El proyecto de escaneo “nace del conocimiento que la arquitectura del Cementerio es uno de sus lados más sobresalientes (cantidad, proporciones, diseños, materiales) y de la inquietud creciente tras constatar que pasa el tiempo, que la reconstrucción está congelada por 11 años y que en paralelo el Cementerio necesita prepararse pare el próximo terremoto, que está cada vez más cerca”.

Tomás ha generado material audiovisual que está siendo creado para agregarle valor al patrimonio existente en el Cementerio, particularmente a su original y variada arquitectura, “herencia muy olvidada y poco entendida”, comenta Domínguez. El arquitecto agrega que la documentación con esta nueva tecnología de escaneo 3D sirve para luego “hacer visualizaciones amigables, renders que permitan familiarizarse con las formas y entender mejor la arquitectura de los mausoleos y monumentos de piedra”.

“Tener un levantamiento 3D sirve para conocer las medidas de la superficie visible de las estructuras y se pueden obtener dimensionamientos exactos, de un ‘modelo’ que es una nube de puntos, más una malla de triángulos a escala y que encima tiene la imagen jpg que individualiza la textura de cada piedra”.

10%

El arquitecto lleva aproximadamente un 10% del tejido urbano patrimonial del Cementerio escaneado. “Pero no pienso seguir escaneando, porque para hacer el otro 90% necesitaría un drone y apoyo técnico para procesar tanta información (son archivos increíblemente pesados) y para hacer visualizaciones”. Pero se muestra optimista, “sería genial que se pudieran publicar y explorar los modelos en google maps u otra plataforma de acceso universal, con modelos de conjuntos y de cientos de monumentos y puntos de interés… pero todo eso tiene otra escala y escapa de mi capacidad”.

Tomás trabaja las protecciones patrimoniales del Cementerio y una de ellas es reimpulsar la postulación como patrimonio mundial en la UNESCO, la que lleva a cabo desde el 2012. El 2013 se señalaba que la postulación no se llevó a cabo por parte del Consejo de Monumentos Nacionales, por una votación que hasta la fecha aún no se transparentaba. Contraloría aún no respondía su solicitud de transparencia respecto a la votación de los consejeros y su rechazo a la posibilidad de declarar el cementerio como patrimonio mundial.

La controversia de la postulación

La controversia sobre la postulación UNESCO surge, según Domínguez, siendo Emilio de la Cerda (actual Subsecretario del Patrimonio) Secretario Ejecutivo del CMN en 2012, “me mintió al notificarme que mi solicitud de postulación a UNESCO había sido rechazada por la votación unánime de los Consejeros del CMN, supuesta votación que nunca ocurrió y sobre la que el CMN sigue sosteniendo que el Cementerio no tiene Valores Universales Excepcionales, negándole así para siempre la posibilidad de protección patrimonial”.

“La intención de incluir al Cementerio en la Lista del Patrimonio Mundial es para lograr una protección legal real, ya que el decreto de Monumento Histórico en gran parte de su aplicación ha sido letra muerta, porque Recoleta y el CMN mantienen un ‘convenio de cooperación’ que se ha traducido en incumplimientos crónicos de la Ley de Monumentos por parte de Recoleta y la vista gorda por parte del CMN”. El activista agrega que “desgraciadamente es el mismo CMN quién puede postular o no el Cementerio ante en Centro de Patrimonio Mundial, lo que me causa mucha frustración porque es el perpetrador y cómplice del deterioro, quien tendría que postular. Unesco no quiere reconocerme como individuo para acoger la postulación, ni reconoce la existencia de este problema.

El año 2019 Tomás volvió a solicitar la postulación, ahora a la Ministra Valdés y se la rechazaron fundamentándose en la supuesta votación del 2012. En tanto UNESCO Santiago y casa Matriz del Centro del Patrimonio Mundial, miran para el lado.

Más trabajo de Ciudad de los Muertos

“Los cementerios son espejos de la sociedad y nominar este proyecto con el nombre ‘Ciudad de los muertos’ hace hincapié en que los cementerios son consecuencia y reflejo de la ciudad de los vivos”, comenta Domínguez. El experto agrega que el Santiago del siglo XIX desapareció casi por completo, desde el casco histórico de Santiago, a causa del desarrollo urbano, los terremotos y cambios en la población.

“En el Cementerio General se conservan barrios fácilmente identificables en los que se conserva una época con su tejido social, su urbanismo y lo mejor de la arquitectura y escultura de una época, hecha con afecto y para durar para siempre. Es una tesis que sostengo desde el año 2000 y a la que permanentemente sumo nueva evidencia en el Cementerio General y en casi todas las necrópolis que voy conociendo”.

Tomás no sólo ha hecho un trabajo de memoria en torno al cementerio, sino que ha velado por su salvaguarda. Ha hecho denuncias debido a la sequia que viven sus especies nativas, el nulo cuidado paisajístico y el robo de patrimonio. Además en el catastro que elaboró advierte que 47 cementerios municipales de Chile estan saturados 100%.

Los cementerios son parte de nuestra historia y conforman una gran riqueza patrimonial, artística y arquitectónica de una sociedad, motivación que ha impulsado el trabajo de Tomás Domínguez.

P: ¿Si los cementerios son el reflejo de su comunidad. ¿De qué sería el reflejo el Cementerio General?

R: Desgraciadamente esta capacidad de reflejarnos como sociedad, hoy nos muestra una cara muy distinta y el deterioro de la institucionalidad y del mal estado de conservación del Cementerio General, es un reflejo tétrico de la sociedad actual, de cómo valoramos nuestra identidad y nuestro pasado, de cómo atesoramos nuestras herencias colectivas y del valor que le asignamos a la vida. El Cementerio General refleja hoy un Chile de un pasado glorioso, viviendo un proceso acelerado de decadencia y degradación.