Tras meses de silencio, la Cámara de Exhibidores de Multisalas de Chile (CAEM) se refirió al complejo escenario que han enfrentado las principales cadenas de cines a raíz de la pandemia del covid-19.

Mediante un comunicado, el organismo gremial compartió su preocupación por los efectos económicos de la coyuntural sanitaria, así como por las recientes medidas de desconfinamiento anunciadas desde el Ejecutivo.

“Como ya es de conocimiento público, la industria cinematográfica está en peligro”, señalaron desde CAEM, donde deslizaron sus reparos frente al plan gubernamental “Paso a Paso”.

“Luego de más de 7 meses sin operación debido a las restricciones que ha impuesto la autoridad sanitaria, ahora en pasos más avanzados de desconfinamiento debemos regirnos por las condiciones establecidas en el protocolo para cines, el cual sólo nos permite operar, y con restricciones, en la Fase 4 del plan Paso a Paso implementado por el Gobierno”, señalaron.

En esta etapa se encuentra hoy Vitacura, comuna capitalina donde el Hoyts de Casa Costanera, por ejemplo, ya cuenta con permisos para reabrir.

En Fase 4, cines, teatros y lugares análogos -como carpas de circo- pueden funcionar con el 50% de su aforo, tal como quedó consignado en la resolución 591 del Ministerio de Salud publicada el 17 de octubre en el Diario Oficial.

La normativa, además, establece que en los establecimiento no está permitida la “venta ni consumo de bebidas y alimentos”, y que en ellos los asistentes deben mantener una distancia social de un metro como mínimo.

A juicio de CAEM, las condiciones antes descritas “no permiten una operación sustentable, por lo que estamos a la espera de reunirnos con los ministerios correspondientes para buscar otras alternativas de funcionamiento, que den mejores opciones y brinden las garantías necesarias para desarrollar nuestro negocio en su completitud, esto es la exhibición cinematrográfica y la venta de alimentos y bebidas”.

En el último tramo de su declaración, desde la Cámara reafirmaron su compromiso con la salud pública y los intereses de sus asociados.

“Claramente debemos priorizar la salud de nuestros colaboradores y clientes pero también debemos asegurar la fuente de ingresos de nuestros trabajadores, proveedores y el futuro de nuestra industria en general, que hoy es incierta”, señalaron.