Desde Londres, donde por estos días estudia un master en composición en el Royal College of Music, el músico chileno Aníbal Vidal lamenta y conmueve al hablar de la muerte de Ennio Morricone, el célebre compositor italiano que falleció esta madrugada a los 91 años.

Su pesar no es antojadizo: fue la influencia de Morricone la que lo empujó a componer la banda sonora de su primer trabajo masivo: la exitosa Helga y Flora, serie chilena emitida por Canal 13 el semestre pasado que debutó con positivos resultados.

“Me inspiré en los western de Ennio Morricone. Cuando me presentaron el proyecto, me pareció muy similar el escenario a como eran los westerns italianos, y se me apareció la idea que esto podía ser un ‘western chileno patagónico’, dada la fecha y la situación, y los paisajes sobre todo”, cuenta a BioBioChile.

Para lograr su objetivo, Vidal se apegó a los elementos representativos de los filmes del “Lejano Oeste” que musicalizó Morricone.

“Se me ocurrió extraer los elementos clásicos, la guitarra eléctrica media cruda, las percusiones, y los elementos que podían ser reconocibles para la gente, porque podían situarlos con el imaginario western. Y eso lo combiné con una percusión que le diera identidad propia, que diera esa sensación de paisaje salvaje de la Patagonia”, resume.

En este sentido, a modo de inspiración, fue clave la “Trilogía del dólar” de Sergio Leone, integrada por las películas Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el malo y el feo, las tres protagonizadas por Clint Eastwood y con música de Morricone.

El resultado se puede escuchar en cualquiera de los 10 capítulos de la trama, donde Vidal incluso compuso un tema especial para el antagonista de la historia: Raymond Gamper (Alejandro Sieveking), tal como John Williams con Darth Vader.

“El tema central de Helga y Flora me gusta llamarlo un ‘western patagónico”, repite el compositor. “Lo de la guitarra eléctrica es del imaginario Morricone, pero también es como la música que hizo Neil Young para Dead Man, la película. Eso va creando esta atmósfera, patagónica y policial…”, agrega.

“La música intenta aportar a la historia el suspenso y la intriga, que es un estado psicológico constante de los personajes, y sobretodo de Helga y Flora, que no saben lo que está sucediendo, pero sí sospechan”, añade.

Por ahora, los anhelos de una segunda temporada de la serie son sólo eso: anhelos.

“Recién se está recapitulando lo que fue esta temporada, reflexionando lo que fue, el impacto de tuvo, pero por supuesto que hay ganas de hacer una segunda temporada. Pero eso implica un trabajo de preproducción y predisposición de fondos privados o estatales que requieren de años de programación, y producción”, dijo.

AnÍbal Vidal
Aníbal Vidal