La invitación es a escuchar una lista corta de canciones de un país cuya tradición en la canción de protesta surge incluso antes de la Revolución Francesa y la famosa Marsellesa. Es una propuesta hecha desde el corazón, ni desde la academia ni desde la erudición.

Jorge Reveco pone en primer lugar “Útil”, de Julien Clerc, un tema cuya historia involucra a nuestro país:

¿De qué sirve una canción si está desarmada?”
Me decían los chilenos, brazos abiertos, puño cerrado”

En la llamada canción rebelde, de protesta o revolucionaria confluyen una vasta gama de criterios. Aquí, simplemente hemos recurrido a los recuerdos de juventud de Jorge Reveco, un chileno que partió al exilio en Francia.

“La canción que llamamos, tildamos o calificamos de rebelde, de protesta, comprometida, contestataria, de resistencia, constituyen un género musical practicados desde siempre. Temas liricos, poéticos que se caracterizan por la expresión de sentimientos, emociones, espiritualidades, estados del alma, gritos de ira o simplemente existencial, nos hacen parte de sus vivencias y costumbres, de sus molestias y sentires. Testimonios que hablan de las andanzas de los pueblos y dan cuentan de la historia de la humanidad.”, dice Reveco.

“Canciones, canticos, himnos, que nos incitan a arrojar una mirada crítica a nuestro alrededor, a la calidad de vida de nuestras sociedades. A echar un vistazo, retornándose hacia el pasado, afín de comprender el presente, y proyectarse en dirección a un mejor porvenir. Nos interpelan, nos toman a testigos y nos comprometen a compartir causas, a empatizar socialmente con dolencias, sufrimientos, opresiones e injusticias. Nos invitan a ser partícipes, a repudiar o a defender reivindicaciones, a adherir a acciones justas y solidarias. “

“Las ideologías pasan, avanzan o se adaptan en función de las evoluciones de las sociedades, las revoluciones triunfan o fracasan, pero las canciones populares, cuando sus contenidos y creaciones artísticas son buenas, se mantienen en el tiempo y logran sobrevivir a las ideas que las hicieron existir.”

“Canciones poéticas, canticos, himnos, expresiones populares, cargadas de llantos, sarcasmo, males y molestias, instigando a la revuelta, a la sublevación, que ponen en duda las modas y tendencias sociales, el deseo de resistir. Canciones que son desafíos, gritos de alerta, de dolor y por sobre todo de esperanza. Son proclamas, manifiestos a la vida, que evidencian que la justicia y el amor son y deben ser valores supremos de la humanidad.
¿Es que estas expresiones artísticas comprometidas representan un aporte al análisis y reflexión o simplemente debemos clasificarlas como panfletos populistas?”, afirma Jorge Reveco.

Dejamos esta breve selección para que cada cual escuche y tenga su propia opinión.

1 . Julien Clerc – Utile – 1992

Útil

“¿De qué sirve una canción si está desarmada?”
Me decían los chilenos, brazos abiertos, puño cerrado
Como un lenguaje antiguo que nos gustaría masacrar
Quiero ser útil para vivir y soñar.
Como la luna es fiel a cualquier barrio
Quiero ser útil para aquellos que me han amado
Aquellos que me amarán y aquellos que me amaron.
Quiero ser útil para vivir y cantar.
La la la, la, la la la la la…
En cualquier barrio de luna perdida
Incluso si los maestros hablan y ya no oímos
Incluso si estoy cantando cualquier esquina
Quiero ser útil para vivir y soñar.
La la la, la, la la la la la…
“¿De qué sirve una canción si está desarmada?”
Me decían los chilenos, brazos abiertos, puño cerrado
Como un lenguaje antiguo que nos gustaría masacrar
Quiero ser útil para vivir y soñar.
Como la luna es fiel a cualquier barrio
Quiero ser útil para aquellos que me han amado
Aquellos que me amarán y aquellos que me amaron.
Quiero ser útil para vivir y cantar.
¿De qué sirve una canción si está desarmada?

De acuerdo a la versión del periodista chileno Eduardo Carrasco, este tema está inspirado en un hecho vivido por Juliette Gréco en Chile, cuando vino a cantar en plena dictadura. Con varios líderes del gobierno en primera fila, Gréco interpretó temas antimilitaristas. « Me acompañaron con un silencio de muerte », diría después la artista.

La letra fue escrita por Étienne Roda-Gil, hijo de anarquistas españoles, quien hizo escribió además para Barbara, Vanessa Paradis (Joe le Taxi), Claude François (Magnolias for ever, Alexandrie Alexandra), Catherine Lara, Françoise Hardy, Richard Anthony, Johnny Halliday (tout l’album Cadillac) y Julien Clerc (Ce n’est rien, Si on chantait, Niagara, This Melody, etc.).

2 . “Ça ira”, 1790

Letra atribuida a un soldado que cantaba en la calle, Ladré.
Música : Aire del Carillon nacional de Bécourt.

Este tema toma la expresión optimista de Benjamín Franklin durante la guerra de la independencia de Estados Unidos de Norteamérica. Se debe considerar que Franklin fue representante en París de las 13 colonias desde 1776 hasta 1785.

“Ça ira”

Oh, sí. Voy a estar bien. Voy a estar bien. Voy a estar bien
Los aristócratas en la linterna
Oh, sí. Voy a estar bien. Voy a estar bien. Voy a estar bien
¡Los aristócratas, los colgaremos!
Trescientos años nos prometen
Nos van a dar pan
Trescientos años desde que han estado dando fiestas
¡Y que guarden en los gatos!
Hemos sido aplastados por trescientos años
¡Basta de mentiras y frases!
No queremos morir de hambre más!!!
Oh, sí. Voy a estar bien. Voy a estar bien. Voy a estar bien
Los aristócratas en la linterna
Oh, sí. Voy a estar bien. Voy a estar bien. Voy a estar bien
¡Los aristócratas, los colgaremos!
Trescientos años desde que han estado luchando la guerra
Al sonido de los fifes y los tambores
Dejándonos morir de miseria
No podría durar para siempre
Llevan a nuestros hombres trescientos años
Que nos traten como bestias de suma
¡No podría durar para siempre!
Oh, sí. Voy a estar bien. Voy a estar bien. Voy a estar bien
Los aristócratas en la linterna
Oh, sí. Voy a estar bien. Voy a estar bien. Voy a estar bien
¡Los aristócratas, los colgaremos!
El castigo para ti está a punto de venir
Porque el pueblo recupera sus derechos
Nos pagaste bien la cabeza
¡Se acabó, caballeros, reyes!
Tenemos que confiar más en la nuestra
Vamos a comprar el tuyo ahora
¡Porque nosotros somos los que hacemos la ley!
Oh, sí. Voy a estar bien. Voy a estar bien. Voy a estar bien
Los aristócratas en la linterna
Oh, sí. Voy a estar bien. Voy a estar bien. Voy a estar bien
¡Los aristócratas, los colgaremos!

3 . La Carmagnole – Canto de la Revolución Francesa – 1792

La Carmañola, de 1792, fue la canción más popular de la Revolución Francesa, y reapareció en todas las épocas revolucionarias del sXIX, con nuevas estrofas. El ”Ça ira” inspira esta canción. La música sería originaria de una danza popular del Piamonte, aunque también podría ser de Marsella. El autor o autora es anónimo, aunque para Claude Duneton ésta sería creación de Madame Roland, cuyo marido era ministro del rey. De ahí su preocupación por no figurar. Madame Roland fue guillotinada el 9 de noviembre de 1793, y su marido se suicidó al saber de su muerte.

El carmañola

1. El veto de la señora prometió (2)
Para matar a todos los París (2)
Pero el golpe se perdió
Gracias a nuestros artilleros
Abstenerse
Bailemos el carmagnola
¡Viva el sonido!
Bailemos el carmagnola
¡Viva el sonido del cañón!

2. El Sr. Veto prometió (2)
Para ser fiel a tu país (2)
Pero falló
No bloqueemos más
en el estribillo

3. Antoinette había resuelto (2)
Para derribarnos en el cu (2)
Pero su disparo falló
Tiene la nariz rota
en el estribillo

4. Su marido cree que es un ganador (2)
Poco sabía nuestro valor (2)
Vamos, Louis, gran perezoso
Desde el templo en la torre
en el estribillo

5. El suizo prometió (2)
Que despedirían a nuestros amigos (2)
Pero a medida que saltaron
Mientras todos bailaban
en el estribillo

6. Cuando Antoinette vive la torre (2)
Ella quería volver atrás (2)
Le dolía el corazón
Para verte a ti mismo sin honor
en el estribillo

7. Cuando Louis vive Fossoyer (2)
A los que vio trabajando (2)
Lo dijo un poco
Estaba en este lugar
en el estribillo

8. El Patriota tiene para amigos (2)
Toda la gente buena del país (2)
Pero se apoyarán mutuamente
Todo al sonido del cañón
en el estribillo

9. El aristócrata tiene para amigos (2)
Todos los realistas en París (2)
Ellos te apoyarán
Al igual que poltrons reales

10. La gendarmería prometió (2)
Que ella apoyaría a la patria (2)
Pero no se perdieron
Al sonido del artillero
en el estribillo

11. Amigos, siempre sigamos unidos (2)
No temamos a nuestros enemigos (2)
Si vienen a atacarnos
Los volaremos
en el estribillo

12. Sí, estoy sin bragas, yo (2)
A pesar de los amigos del Rey (2)
Vive las Marseillais
El bretón y nuestras leyes
en el estribillo

13. Sí, siempre recordaremos
Sans-bragas de los suburbios (2)
Para su salud, bebemos
Vive estos francos espeluznantes
en el estribillo

4 . La Marseillaise, 1795

La Marseillaise es un canto patriótico de guerra que se transformó en el himno nacional de Francia entre 1795 y 1804 y después a partir de 1879 hasta la actualidad, adoptándose en 1887 la versión « oficial ».

Himno a la libertad compuesto por Rouget de Lisle, un soldado francés, después de la declaración de guerra del rey francés a Austria. Como « Canto de guerra del ejército del Rhin». La canción fue adoptada por los federados de Marsella en la insurrección de la Tuileries, en agosto de ese mismo año.

La Marsellesa

Marchemos, hijos de la patria,
Que ha llegado el día de la gloria
El sangriento estandarte de la tiranía
Está ya levantado contra nosotros (bis)
¿ No oís bramar por las campiñas
A esos feroces soldados?
Pues vienen a degollar
A nuestros hijos y a nuestras esposas
¡ A las armas, ciudadanos!
¡ Formad vuestros batallones!
Marchemos, marchemos,
Que una sangre impura
Empape nuestros surcos.
¿ Qué pretende esa horda de esclavos,
De traidores, de reyes conjurados?
¿ Para quién son esas innobles trabas
y esas cadenas
Tiempo ha preparadas? (bis)
¡ Para nosotros, franceses ! Oh, qué ultraje ! (bis)
¡ Qué arrebato nos debe excitar!
Es a nosotros a quienes pretenden sumir
De nuevo en la antigua esclavitud
¡ Y qué ! Sufriremos que esas tropas extranjeras
Dicten la ley en nuestros hogares,
Y que esas falanges mercenarias
Venzan a nuestros valientes guerreros? (bis)
¡ Gran Dios ! Encadenadas nuestras manos,
Tendríamos que doblegar las frentes bajo el yugo!
Los dueños de nuestro destino
No serían más que unos viles déspotas.
¡ Temblad ! tiranos, y también vosotros, pérfidos,
Oprobio de todos los partidos!
¡ Temblad ! Vuestros parricidas proyectos
Van al fin a recibir su castigo. (bis)
Todos son soldados para combatiros.
Si perecen nuestros héroes.
Francia produce otros nuevos
Dispuestos a aniquilaros.
¡ Franceses, como magnánimos guerreros
Sufrid o rechazad los golpes !
Perdonad estas pobres víctimas
Que contra su voluntad se arman contra nosotros.
Pero esos déspotas sanguinarios,
Pero esos cómplices de Bouillé,
Todos esos tigres que, sin piedad,
Desgarran el corazón de su madre …
Nosotros entramos en el camino
Cuando ya no existan nuestros mayores ;
Allí encontraremos sus cenizas
Y la huella de sus virtudes. (bis)
No estaremos tan celosos de seguirles
Como de participar de su tumba ;
¡ Tendremos el sublime orgullo
De vengarles o de seguirles !
¡ Amor sagrado de la patria,
Conduce y sostén nuestros brazos
vengadores !
¡ Libertad, libertad querida,
Pelea con tus defensores (bis)
¡ Que la victoria acuda bajo tus banderas
Al oír tus varoniles acentos !
¡ Que tus enemigos moribundos
Vean tu triunfo y nuestra gloria !

5. La Internacional – 1888

Su creador, un obrero francés que participó de la revolución de 1848, murió sin escucharla y, menos, sin saber que se transformaría en un himno universal. Eugène Pottier, miembro del consejo de uno de los municipios y las barricadas de la Comuna de París, escribió en 1871 la letra de la que sería “La Internacional”, el himno de trabajadores de todo el mundo. Murió en 1887, en París, luego de estar exiliado en Inglaterra y Estados Unidos.

“La Lira de los Trabajadores” le encargó la musicalización de la poesía de Pottier a P. Degeyter en 1888, y en 1892 fue aprobada por la II Internacional como el himno oficial de los trabajadores. La letra fue modificada según el país (en español, italiano, ruso, y decenas de otros idiomas) y la corriente política que la cantara (anarquistas, socialistas, comunistas). Hoy se sigue cantando, en especialmente en los actos del 1 de mayo.

La Internacional

¡Arriba, parias de la Tierra!
¡En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión.

Del pasado hay que hacer añicos.
¡Legión esclava en pie a vencer!
El mundo va a cambiar de base.
Los nada de hoy todo han de ser.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional. (Bis)

Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.

Para hacer que el tirano caiga
y el mundo esclavo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre nuevo ha de forjar.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la internacional. (Bis)

La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor;
nos da derechos irrisorios,
no hay deberes del señor.

Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser:
“No más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber”.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la Internacional. (Bis).

6. El canto de los partisanos 1943

Texto de Maurice Druon, Joseph Kessel
Música de Anna Marly 1943

Es el himno de la Resistencia francesa a la ocupación nazi, su letra hace referencia a hombres y mujeres que se sacrificaron por su patria libre.

Canción de los partisanos

Amigo, ¿oyes el vuelo negro de los cuervos sobre nuestros llanos?
Amigo, ¿oyes los gritos sordos del país que ha sido encadenado?
¡Eh!, partisanos, obreros y campesinos, alarma.
Esta tarde el enemigo conocerá el precio de la sangre y las lágrimas.

¡Salid de la mina, bajad de las colinas, camaradas!
Sacad de la paja los fusiles, la metralleta, las granadas.
¡Eh!, los asesinos, con la bala y con el cuchillo, ¡matad rápido!
¡Eh!, saboteador, cuidado con tu carga: dinamita…

Somos nosotros quienes rompemos los barrotes de las prisiones por nuestros hermanos.
La herramienta en nuestros estuches y el hambre que nos pone la miseria.
Hay países donde la gente en el hueco de la cama tienen sueños.
Aquí, nosotros, vednos, marchamos y matamos, nos morimos.

Aquí todos dicen lo que quieren, lo que hace falta cuando pasa.
Amigo, si caes, un amigo sale de la sombra en tu lugar.
Mañana la sangre negra se secará al gran sol sobre los caminos.
Cantad, compañeros, en la noche la Libertad escuchamos.

Amigo, ¿oyes el vuelo negro de los cuervos sobre nuestros llanos?
Amigo, ¿oyes los gritos sordos del país que ha sido encadenado?
Oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh oh…
https://lyricstranslate.com

Georges Brassens, loff.it (c)
Georges Brassens, loff.it (c)

7. Georges Brassens – La mala reputación – 1952

La mala reputación, primer título de su disco homónimo, estuvo prohibida durante un tiempo.

La mala reputación, en español, por Paco Ibáñez

La mala reputación (Traducción de Ángel Parra)
En mi barrio sin pretensión
tengo mala reputación.
Todo lo que hago parece mal,
me tratan como a un animal.
Y yo pobre no quiero hacer daño,
solitario sentado en mi escaño.
No, esta gente no acepta que
haga camino independiente.
Todos me insultan y hablan mal,
salvo los mudos: es natural.

Día de fiesta nacional
descansando me han de encontrar,
porque la música militar
jamás he podido soportar.
Y yo pobre no quiero hacer daño,
clarín y trompetas, para el rebaño.
No, esta gente no acepta que
haga camino independiente.
Con el dedo me indicarán,
salvo los mancos: es natural.

Un pobre roba para comer,
el gendarme lo va a detener.
Estoy de parte del ladrón
y lo protejo de este cabrón.
Y yo pobre no quiero hacer daño
defendiendo al ladrón de paños.
No, esta gente no acepta que
haga camino independiente.
De punta pies me van a dar,
salvo los cojos: es natural.

No hay para qué ser adivino,
sentenciado está mi destino.
La cuerda fueron a elegir
con la cual voy a morir.
Y yo pobre no quiero hacer daño,
no iré a Roma antes de fin de año.
No, esta gente no acepta que
haga camino independiente.
Todos vendrán verme ahorcar,
salvo los ciegos: es natural.

Jacques Brel, lavanguerdia.com (c)
Jacques Brel, lavanguerdia.com (c)

8. Jacques Brel – Ces gens-là – 1965

Esa gente

Primero – primero está el mayor,
ése que parece un melón,
el que tiene una nariz grande,
ése que no sabe ni su nombre, Señor,
de tanto que bebe,
de tanto que ha bebido,
que no mueve ni un dedo,
pero que ya no puede más,
él que está completamente cocido
y que se las da de rey.
Que se emborracha todas las noches
con vino del malo,
y nos lo encontramos por la mañana
en la iglesia dormitando
tieso como una vela,
blanco como un cirio de Pascua
y balbucea,
y que tiene un ojo que divaga.
He de decirle, Señor,
que en casa de esa gente
no se piensa, Señor,
no se piensa
¡se reza!
Y luego está el otro,
el de las zanahorias en el pelo,
que jamás vio un peine,
que es malo como la tiña,
que incluso daría su camisa
feliz a los pobres,
que se ha casado con la Denise,
una chica del pueblo,
bueno – de otro pueblo,
y aún no se ha acabado,
que hace sus asuntillos,
con su sombrerito,
con su abriguito,
con su cochecito,
que le gustaría mucho aparentar,
pero que no parece nada en absoluto,
no se debe ir de rico
cuando no se tiene dinero.
He de decirle, Señor,
que con esa gente,
no se vive, Señor,
no se vive
¡se engaña!
Y luego, están los otros…
La madre, que no dice nada
o bien dice cosas sin importancia,
y de la noche a la mañana,
bajo su hermosa cara de apóstol
y en su marco de madera
está el mostacho del padre,
que murió por un resbalón
y que observa a su manada
comer la sopa fría
¡y se oyen grandes schlrrp
y se oyen grandes schlrrp!
Y después está la más vieja
que no deja de temblar,
y que esperan que reviente,
pues es la que tiene la pasta
y nunca escuchan
lo que sus pobres manos dicen…
He de decirle, Señor,
que en casa de esa gente
no se habla, Señor,
no se habla
¡se hacen cuentas!
Y después, y después, y después
está Frida
que es bella como un sol
¡y que me ama tanto
como yo amo a Frida!
Aunque nos digamos a menudo
que tendremos una casa
con montones de ventanas,
casi sin muros,
y que viviremos ahí
y que estaremos bien,
y que si no es seguro
por lo menos es quizás,
¡porque los otros no quieren
porque los otros no quieren.
Los otros dicen así
que es demasiado bella para mí,
que yo sólo valgo
para despellejar gatos
nunca he matado gatos,
o tal vez hace mucho tiempo,
o bien, ya lo he olvidado,
o ellos no olían bien…
En fin, no quieren…
No quieren…
A veces, cuando nos vemos
pareciendo que es por casualidad,
con sus ojos húmedos
dice que se irá,
dice que me seguirá,
entonces por un momento,
solamente por un momento,
entonces yo la creo, señor,
por un momento,
solamente por un momento,
porque, de esa gente, señor,
¡uno no se va!
Uno no se va, Señor,
uno no se va…
Pero se ha hecho tarde, Señor,
debo volver a mi casa.

Georges Moustaki, AFP (c)
Georges Moustaki, AFP (c)

9. Georges Moustaki – El extranjero (Le métèque) 1968

El Extranjero

Con mi cara de extranjero
De judío errante, de pastor griego
Y mis cabellos a los cuatro vientos

Con mis ojos totalmente abiertos
Que me dan un aire de soñador
Que nunca sueña muy a menudo

Con mis manos de ladrón
De músico y de merodeador
Que han pillado en muchos jardines

Con mi boca que ha bebido
Que ha besado y ha mordido
Sin jamás saciar su hambre

Con mi cara de extranjero
De judío errante, de pastor griego
De ladrón y de vagabundo

Con mi piel que se ha restregado
Al sol de todos los veranos
Y (con) todo lo que llevaba enaguas

Con mi corazón que ha sabido hacer
Sufrir mucho a quien ha sufrido
Sin por ello hacer historias

Con mi alma que no tiene más
La mínima posibilidad de salvación
Para evitar el purgatorio

Con mi cara de extranjero
De judío errante, de pastor griego
Y mis cabellos a los cuatro vientos

Yo vendré, mi dulce cautiva
Mi alma gemela, mi fuente viva
Vendré a beber tus veinte años

Y seré un príncipe legítimo
Un soñador o bien un adolescente
Como el que tú quieras escoger

Y haremos de cada día
Toda una eternidad de amor
Que viviremos a morir

Y haremos de cada día
Toda una eternidad de amor
Que viviremos a morir

Leo Ferré, UniFrance (c)
Leo Ferré, UniFrance (c)

10. Leo Ferré – Les anarchistes – 1969

Los Anarquistas

No hay más que uno en cien y sin embargo existen;
la mayoría españoles, vaya a saber por qué,
uno creería que en España no los comprenden: los anarquistas.
Recibieron de todo: bofetadas y adoquines,
gritaron tan fuerte que pueden gritar aún,
tienen el corazón delante y sus sueños en medio,
y luego el alma corroída por dementes ideas.
No hay más que uno en cien y sin embargo existen,
la mayoría hijos de nada o hijos de muy poco,
que no se los ve jamás sino cuando se les teme: los anarquistas.
Han muerto ciento diez veces, ¿por cuál cosa y por qué?
Con el amor en el puño sobre la mesa o sobre nada,
con el aspecto terco que da la sangre derramada,
golpearon tan fuerte que pueden golpear aún.
No hay más que uno sobre cien y sin embargo existen,
y si es necesario empezar por patadas en el culo
no habría que olvidar que eso ocurre en las calles: los anarquistas.
Tienen una bandera negra que se burla de la esperanza,
y la melancolía para avanzar en la vida,
cuchillos para cortar el pan de la amistad
y las armas enmohecidas para no olvidar
que sólo hay uno en cien y sin embargo existen,
y que se mantienen firmes, codo a codo,
dichosos y por ello siempre en pie: los anarquistas.

11. Georges Brassens – Morir por las ideas – 1972

Georges Brassens, antimilitarista y anarquista, desconfiado de las ideologías, presenta esta canción que invita a mirar en forma crítica, sin seguir ciegamente sectas y banderas.

Morir Por Las Ideas

Morir por las ideas, la idea es excelente
yo he estado a punto de morir por no haberla tenido,
pues todos los que la tenían, multitud agobiante,
ahuyando a la muerte, me han caído encima.
Ellos han sabido convencerme y mi musa insolente,
abjurando de sus errores, se ha unido a su fe
con un poco de reserva en todo caso:
Muramos por las ideas, de acuerdo, pero de muerte lenta,
de acuerdo, pero de muerte lenta.

Juzgando que no hay peligro en la tardanza,
vayamos hacia el otro mundo ganduleando por el camino,
pues, si forzamos la marcha, sucede que se muere
por unas ideas que no tienen futuro el día de mañana.
Y si hay una cosa amarga, desoladora
al entregar el alma a Dios, es darse cuenta
que hemos equivocado el camino, que nos hemos equivocado de idea:
Muramos por las ideas, de acuerdo, pero de una muerte lenta
de acuerdo, pero de una muerte lenta.

Los charlatanes que predican el martirio
normalmente, por otra parte, se rezagan aquí abajo.
Morir por las ideas, todo hay que decirlo,
es su razón de vivir, y no se privan de ello.
En casi todas partes se ve que superan
fácilmente a Matusalén en la longevidad,
y yo concluyo que ellos deben decirse, bajito:
“Muramos por las ideas, de acuerdo, pero de muerte lenta
de acuerdo, pero de muerte lenta”.

A las ideas que reclaman el cacareado sacrificio
las sectas de toda índole les ofrecen retahílas enteras
y la cuestión se plantea a la victimas novatas
morir por las ideas, esta bien, pero por cuál?
Y como todas se parecen entre sí
cuando las ve venir, con su gran bandera,
el sabio titubea y duda delante de la tumba.
Muramos por las ideas, de acuerdo, pero de muerte lenta
de acuerdo, pero de muerte lenta.

¡Y si aún bastasen algunas hecatombes
para que finalmente todo cambiase, finalmente todo se arreglase!
Después de tantas “grandes noches”1, de tantas cabezas cortadas,
ya tendríamos el paraíso sobre la tierra.
Pero la edad de oro sin cesar se pospone,
los dioses tienen siempre sed, nunca tienen suficiente
y he aquí la muerte, la muerte que siempre vuelve a empezar…
Muramos por las ideas, de acuerdo, pero de muerte lenta
de acuerdo pero de muerte lenta.

Oh vosotros, los agitadores, oh vosotros los buenos apóstoles
morid, pues, los primeros, os cedemos el sitio.
Pero por favor, joder! dejad vivir a los demás!
La vida es casi el único lujo aquí abajo
pues, finalmente, la Muerte está siempre vigilante
y no es necesario ayudarle con la guadaña.
¡Basta de danzas macabras alrededor de los patíbulos!
Muramos por las ideas, de acuerdo, pero de muerte lenta,
de acuerdo pero de muerte lenta.
https://lyricstranslate.com

12 . Léo Ferré – Allende 1977

« Cuando los tiranos tiradores tirarán (disparadores dispararán) sobre nuestros sueños… es entonces que nosotros soñaremos Allende, Allende, Allende », canta Léo Ferré rememorando el golpe de Estado en Chile y la sangrienta diactadura que había en ese momento en el país.

Allende

No escriba por fin esperar la señal
Quien suene duplicado por mil octavas
Cuando el bien pintará la melena del mal
cuando las bestias sabrán que se ponen en platos
Cuando las mujeres pondrán su sangre a las ventanas
Y elevar su cáliz a la altura de su maestro
Cuando dicen: «Beba en recuerdo de mí »
Cuando los pájaros de septiembre van a cazar los idiotas
Cuando los chicos encorbatados respirarán
Cuando y él cantará a sí mismo en los chopults
La masa de granito en un altar de hormigón
Cuando los votantes todos estarán de acuerdo en una idea sobre nada para que el horror se quede en silencio
Incluso si por la rima sacamos La Marsellesa con un Bufanda roja y guantes de Dior
Entonces soñaremos
Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende Allende
Cuando habrá palabras más fuertes que los cañones, aquellos que retumban en nuestros breves memoriales. o el dictador de esto o el General de eso, cuando las voces socialistas cantan su parte en medida y se dirigen hacia otras galaxias Cuando los amantes rotos realmente se rompen hacia arriba por el otro lado finalmente y luego cómo cuando la furia de la vida ha vencido su tiempo
Cuando el invierno creerá en la primavera
Cuando esta capital que siempre tomamos por Marx,
no hablar más que por el honor del título

Cuando el Papa llevará a sus obispos a la mitre diciéndoles:
«con porno o sin él pago los impuestos»
Cuando el rumor del tiempo cesará para bien
Cuando el azul relativo del mar pálido
también escapará de esta triste ecuación
donde se sostiene de la ecuaciones
matemáticas sea Nobel o no, entonces es cuando despertaremos
Allende Allende Allende Allende Allende Allende
(www.letras.com)