Tras el anuncio del decreto de Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe en todo el país por 90 días para enfrentar coronavirus, el mundo cultural chileno comenzó a evaluar el impacto económico que traerá la medida.

La Red de Salas de Cine, por su parte, ve la situación con bastante preocupación.

Compuesta por 13 salas ubicadas en 9 regiones y con un staff que alcanza las 125 personas, se requieren de $35.029.850 pesos para mantener las salas operativas cada mes.

Mensualmente se realizan 873 funciones en toda la red, congregando 19.198 personas aproximadamente, por lo que se obtienen $46.222.650 pesos de ingresos por venta de tickets. El cierre por tres meses, equivalente a 2619 funciones, significa dejar de percibir $138.667.950 pesos, además de generar un déficit operacional de $105.089.550 pesos.

“Uno de nuestro mayores desafíos ha sido reunirnos en un trabajo colaborativo y descentralizado a nivel nacional a pesar de las grandes diferencias de cada espacio. Nos estructuramos en salas que cuentan con 30 butacas y otras con 300, de espacios autogestionados como fundaciones y corporaciones, así como también Centros culturales municipales”, señaló Teresita Ugarte, directora de la Red de Salas de Cine.

En conjunto con el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, la Red de Salas ya se encuentra trabajando en un plan de contingencia; sin embargo, se requiere y esperan cambios más profundos a mediano plazo para sobrellevar el adverso escenario actual.

Frente a la situación, Ugarte señaló: “Esta crisis, que viene desde octubre pasado sumado a la urgencia de salud mundial, nos hace sentir inseguros y con incertidumbres. Pero en los últimos meses, hemos aprendido sobre el poder de organización y decisión que tenemos como individuos y como parte de un colectivo”.

Desde el día lunes 16 de marzo, la Red de Salas Independientes de Cine de Chile decidió suspender por completo su funcionamiento, de exhibiciones y actividades de formación, hasta nuevo aviso, lo que implica no contar con el sustento económico principal para pagar sueldos y arriendo de la mayoría de los espacios.

“A corto plazo esperamos contar con subsidios y apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio para poder mantener los honorarios de nuestros equipos y poder cumplir con nuestros arriendos”, agregó Ugarte.

“Mientras tanto, estamos trabajando en opciones que nos permitan implementar actividades de manera remota, incentivando a la gente a quedarse en casa y cuidarse. Buscamos desarrollar actividades de formación de audiencias y de exhibición online desde la Red de Salas para mantenernos activos y aportar contenido a la comunidad”, dijo.