“Nosotros esperamos que el Gobierno y el Ministerio de las Culturas retiren el Proyecto de Ley de Patrimonio del Congreso”, afirma el Dirigente Nacional de Anatrap (Asociación Nacional de trabajadores del Patrimonio).

Marco Bravo Badilla hace un diagnóstico de la situación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap), los desafíos que tienen como trabajadores, las mayores dificultades que creen deberán afrontar y hace autocríticas.

“Nuestra evaluación es amarga. El Mincap es una institución con una “grasa” que ha venido a trabar su funcionamiento, lleno de controles sobre los contenidos”, sostiene Marco Bravo, “los trabajadores no sabemos a quién responder, cuál es el mapa de navegación, con una traba burocrática de control -censura- de contenidos… Eso se lo presentamos a Carlos Maillet (Director del Servicio nacional Nacional del Patrimonio Cultural) cuando nos dijeron que tuviéramos cuidado con lo que publicábamos en nuestras cuentas personales de redes sociales”.

“La implementación ha sido errática, el presupuesto vino a la baja nuevamente, es de continuidad, con los mismos proyectos, los mismos servicios de calidad (como muestran diversos indicadores). No sabemos cuál es el “norte” del Mincap”, sostiene, “algunos trabajadores nos preguntan ¿qué hemos ganado con tener ministros de las culturas? No sabemos cuál es la agenda de la ministra Consuelo Valdés.”

“Quien más se ve es el Subsecretario del Patrimonio Emilio De la Cerda con su “caballito de batalla” que es el proyecto de Ley de Patrimonio, que nosotros esperamos que retiren del Congreso” para trabajar una Ley de Patrimonio en conjunto con las comunidades, los cuatro gremios del Mincap, Asociación de Barrios y Zonas Patrimoniales, Colegio de Arqueólogos, organizaciones comunitarias para tener una ley que represente intereses de las comunidades.”

“Hay 160 trabajadores en el Mincap que son de planta, el 80% es a contrata y un 10% a honorarios, aproximadamente”.

“La revuelta nos sacudió a todos, y nuestra autocrítica es que siempre nos miramos el ombligo. El estallido nos hizo ver que la relación con las comunidades no eran tan profundas”

“La institucionalidad cultural chilena peca de un elitismo profundo”, dice Marco Bravo, “el mayor cambio que debiera haber en el Mincap y las subsecretarías va a depender de las autoridades de turno. Si Consuelo Valdés, Emilio De la Cerda y Carlos Maillet quisieran hacer más democrático el ministerio, podrían hacerlo.”