Michel Bonnefoy (Santiago, 1956) nos presenta una novela intensa, profunda, sobre un niño de seis años que pierde, en un accidente, a su padre.

Ahora, ya maduro, internado en una clínica por sus problemas psiquiátricos, rememora y repasa lo que fue su infancia antes y después del accidente hasta llegar a la juventud, para confrontarlos con su presente.

Reiterativa y obsesivamente, el protagonista indaga y trata de exculpar a ese niño que demoró muchos meses en entender la muerte, que su padre no volvería. Un tiempo de culpas, donde el más débil se llevó demasiado peso emocional…

“Punto de no retorno” es una novela lenta, a ratos agotadora, con una notable capacidad de introducir al lector(a) en la forma de pensar y de sentir de su protagonista, escarbando sus zonas oscuras, sus miedos, obsesiones, sus anclas con el pasado, con esa infancia feliz donde tuvo amigos y un amor, y ese retornar permanente a ser ese niño de ocho años, cuando adquiere consciencia que su padre no volverá.

“La congoja es más afixiante, el vacío, la desesperanza por el deseo frustrado de quererlo y ser amado por él. Esos sí son estados emocionales tormentosos.” ( pp 35)

“La tarea no es fácil, puesto que no recuerdo casi nada. Tengo que reconstruir a partir de los cuentos que he escuchado.” (pp 55)

“Punto de no retorno” habla de relaciones rotas, de duelos y quiebres afectivos. De vidas que no se reconstruyen.

“Mi mamá se quería morir. Eso lo sé, porque me encuentro en la misma situación. Hay quienes temen la muerte y hay quienes la consideramos una opción de vida, de final del juego.” (pp 87)

“Punto de no retorno” es una invitación a ingresar a ese mundo muchas veces inexpugnable de la mente de una persona con problemas psiquiátricos, y Bonnefoy la hace desde el protagonista, la persona afectada, la que no pudo resistir la carga de los quiebres emocionales que produjo la pérdida de su padre.

“Estaba más solo que nunca, más desprotegido y desamparado y sin embargo no añoraba la frazada para esconderme. (sic)
Estaba solo y no intenté convencerme de que no lo estaba.” (pp 109)

“No entienden que de donde únicamente yo quiero huir es de mi cerebro. Mi sueño es salir de él y dejar de pensar en tantas complicaciones que me atormentan.” (pp 122)

Con todo, Michel Bonnefoy se apiada del lector(a), y busca, ante tanta adversidad, salidas amables, algo para aliviarnos…

Buen libro. Se recomienda estar con buen ánimo.

Punto de no retorno, LOM Ediciones (c)
Punto de no retorno, LOM Ediciones (c)


“Punto de no retorno”
Michel Bonnefoy

LOM Ediciones
Santiago de Chile, octubre de 2019