Un artista de performance conmocionó a la multitud que asistía a la exposición de Art Basel en Miami este sábado, cuando agarró un plátano que había sido pegado a una pared de la galería y se lo comió.

El plátano era, de hecho, una obra de arte del artista italiano Maurizio Cattelan titulado Comediante y vendido a un coleccionista francés por $120.000 dólares ($92.760.000).

En un video publicado en su cuenta de Instagram, David Datuna, quien se describe a sí mismo como un artista estadounidense oriundo de Georgia y residente en Nueva York, se acerca al plátano y lo saca de la pared con la cinta adhesiva.

“Representación artística … artista hambriento”, dijo, mientras pelaba la fruta y lo mordía. “Gracias, muy bien”, dijo.

Se escuchó a unos pocos espectadores riéndose antes de que un nervioso funcionario de la galería lo llevara a un espacio contiguo para interrogarlo. Pero el disturbio se resolvió sin pelea.

“No destruyó la obra de arte. El plátano es la idea”, dijo Lucien Terras, director de relaciones museísticas de Galerie Perrotin, al Miami Herald.

Como resultado, el valor del trabajo está en el certificado de autenticidad, informó el periódico. El plátano estaba destinado a ser reemplazado. Por lo mismo, un plátano de reemplazo fue pegado a la pared unos 15 minutos después del truco de Datuna.

“Esto ha traído mucha tensión y atención al puesto y no estamos en espectáculos”, dijo Terras. “Pero la respuesta ha sido excelente. Trae una sonrisa a los rostros de muchas personas”, agregó.

La directora de la galería, Peggy Leboeuf, dijo que no se planearon acciones legales contra Datuna. “No fue arrestado, pero le pedimos que abandonara el puesto y que saliera de la feria”, dijo. “Tenemos su contacto y todo, así que podemos ir más allá, pero no creo que lo hagamos”.

Cattelan es quizás mejor conocido por su inodoro de oro de 18 quilates en pleno funcionamiento llamado “América” que una vez ofreció prestado al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

El inodoro, valorado en alrededor de 5 millones de dólares (más de 3.865 millones de pesos), apareció nuevamente en las noticias en septiembre cuando fue robado del Palacio Blenheim de Gran Bretaña, el lugar de nacimiento del líder en tiempos de guerra Winston Churchill, donde había estado en exhibición.