Ayer terminaron los festejos de celebración de un año más de Roma.

Texto de María Ester González

Hace 2.772 años atrás, como lo cuenta la antigua leyenda narrada por Virgilio (Poeta y filósofo latino, 70 A.C.-19 A.C.) en su famosa obra La Eneida, el 21 abril 753 A.C., seguramente una mañana de un cielo translúcido, desde la colina Palatina y desde la Aventina, Rómulo y su hermano gemelo Remo desafiándose para dividirse esa parte de tierra, imaginaron un espacio cuadrado en el cielo contando todas las aves que lo atravesaban en un cierto lapso de tiempo, poniendo, de este modo en práctica, una tradición etrusca.

María Ester González (c)
María Ester González (c)

Fue así como Rómulo, que habría contado una mayor cantidad de pájaros, se convirtió en el fundador de la ciudad relegando a Remo al segundo lugar, asignándole la colina Aventina. Todo esto por designio de los dioses, ya que si los pájaros estaban en el cielo era por voluntad divina. Se dividieron así lo que más tarde se convertiría en “El Gran Imperio Romano”.

Este hecho hace que la fundación de la ciudad sea de carácter sagrado. Según este principio nadie podía atravesar los límites de la ciudad sin el consentimiento del fundador. Por este motivo Rómulo asesina a su hermano Remo que, desafiando la autoridad otorgada por los dioses, rompe esta ley. Rómulo dejá así demostrado que el derecho y la ley están por sobre el vinculo familiar.

Estos dos hermanos de origen mítico con un pasado ascendente glorioso, como bien lo cuenta Virgilio haciéndolos descendientes de Enea, valeroso Troyano que, escapando del desastre que desolaba la ciudad, salva a su padre llevándolo en sus hombros hasta una embarcación con la cual llegan a las costas italianas.

María Ester González (c)
María Ester González (c)

Un segundo relato habla de un origen más escabroso que muestra a los gemelos salvados de las aguas y criados por una “lupa”, una loba.

Desde el inicio esta ciudad en desarrollo, como bien lo da a conocer Plutarco (Escritor y filósofo griego, 46 D.C. – 127 D.C.) en sus “Vidas Paralelas”, contó con un lugar sagrado dedicado al dios Asilo en donde llegaban esclavos que no eran devueltos a sus dueños, pobres que no eran entregados a sus deudores, ni el homicida a sus jueces, convirtiendo así esta ciudad en la única con esta característica. Hoy este lugar se podría identificar en la maravillosa plaza proyectada por Miguel Ángel, el Campidoglio. Por este motivo Roma fue siempre vista como una ciudad acogedora y con una amplia gama étnica, motivo por el cual fue muy mal vista por los griegos que basaban única y exclusivamente la ciudadanía a la consanguinidad.

¿Cómo la verían los que se trasladaban buscando una nueva oportunidad de vida a esta urbe que año a año crecía y se desarrollaba fuertemente convirtiéndola no sólo en una ciudad si no más bien en una entidad?

Quizás como podemos verla hoy nosotros, sus nuevos “asilados” que esperamos no sólo encontrar oportunidades si no que aportar un color más a la gama étnica y empaparnos de esta cultura milenaria.

Feliz cumpleaños ROMA