Censura es lo que acusa Andrés Becerro, director del Centro Experimental Perrera Arte, en el marco de la exposición The Matta a Becerro. La muestra no estuvo ni siquiera un día en exhibición antes que desde Espacio Matta, donde fue instalada, decidieran desmontarla.

La instalación venía a coronar una alianza estratégica firmada entre ambos centros culturales en junio de 2018, pero en cambio, marcó el divorcio definitivo de dicha sociedad.

“Realmente no sé lo que les molestó de la instalación… En voz del propio administrador (Francisco Guerra), la califico como de ‘pobre’, refiriéndose a los recursos ($500.000 pesos) que adelantaron”, cuenta Becerro a BioBioChile.

"The Matta a Becerro".
Afiche de la muestra “The Matta a Becerro”.

El segundo pago, otro medio millón de pesos, sería cancelado después de la exposición de Becerro, algo que en definitiva nunca se concretó.

“Él sólo me hablaba de la plata, no del contenido ni de su apreciación estética. Por otra parte él responsabilizaba a Myriam Verdugo como la responsable de retener los recursos y de retirar la obra”, acota, en relación a la secretaria general de Espacio Matta.

Contactados por BioBioChile, desde Espacio Matta reconocen el desencuentro con Becerro pero afirman que no se referirán a la denuncia del artista, quien hoy se siente censurado por el centro cultural.

Buscando explicaciones para el desmantelamiento de su exposición, Becerro apunta al lienzo negro con letras blancas que integra la muestra, donde se lee: “Esto es inutilizable por lo tanto invendible por eso me gusta” (sic).

Debajo de la cita atribuida al célebre pintor chileno Roberto Matta, se lee otra del propio Becerro: “No convirtáis el arte en una triste bolsa de perros”, la cual hace alusión al objeto permanente de su obra: los canes, a veces representados en esculturas y en otras disecados.

Antonio Becerro
Imagen de la muestra | Antonio Becerro

“Los artistas que sufren censura no reclaman por miedo a no ser escuchados o por la lata que implica todo esto. Nadie anda buscando escándalo a través de la censura de sus obras”, argumenta el artista.

“Lo curioso de este caso es que hace poco hubo censura en el Centro Cultural Matta de Buenos Aires a una obra de Máximo Corvalán. Ambos espacios administrados por la arrogancia, la petulancia de funcionarios que ocupan cargos por cuoteo político”, sostiene Becerro. “El retiro de la obra es un acto político, arbitrario e intransigente”, apunta.