Un proyecto de ley que instaura el Día Nacional de la Memoria y Educación ante Desastres fue ingresado ayer al Congreso por el Diputado Jorge Brito y la Fundación Proyecta Memoria.

La iniciativa busca convertir cada 22 de mayo, que coincide con la conmemoración del terremoto y maremoto de Valdivia de 1960, el sismo de mayor magnitud registrado en la era moderna, en una jornada nacional de reflexión para la prevención y mitigación de los efectos de desastres de origen natural o antrópico.

“La memoria salva vidas y cómo todos sabemos somos el pais ms simico del mundo, con una gran actividad volcánica, incendios, tsunami, aluviones y varios estudios ONU coinciden en identificar nuestro territorio como uno de los espacios de la Tierra más susceptibles a los cambios generados por el Calentamiento Global, es preciso que el recuerdo de estas tragedias nos sirva para aprender a afrontar futuros eventos de modo de disminuir su impacto”, dijo Patricio Mora, Director Ejecutivo de la Fundación Proyecta Memoria, impulsor de la iniciativa junto a Roberto Manriquez de la misma fundacion.

La normativa propuesta instaura un día para recordar y reivindicar a quienes fueron víctimas de estas tragedias, pero bajo la forma de fomentar una serie de iniciativas de recuerdo y homenaje, pero también como oportunidad para exponer y educar sobre los riesgos asociados a esos eventos y formas de mitigar sus efectos.

“Chile ha aprendido tras cada tragedia y ello se traduce en que la mortalidad tras cada sismo ha ido disminuyendo sostenidamente, lo que ha sido destacado en foros internacionales, iniciativas como la creación de Corfo o el cambio de las normas de construcción son producto de sismos. Cada región tiene una historia ligada a su desarrollo a partir de una tragedia, es lo que queremos destacar”, agregó Mora.

Perú, México, Japón y Estados Unidos tienen un día destinado a recordar su vulnerabilidad y aprender de ella.

El Diputado Jorge Brito, quien impulsa la iniciativa en el Congreso, destaco que “el 22 de mayo de 1960 en chile particularmente en Valdivia se vivió un episodio que marcó a la humanidad, porque fue el principal terremoto el más fuerte en magnitud que ha tenido el plantea eso para nosotros refleja que nuestro país, está enfrentado permanentemente que ocurran este tipo de desastres y creemos que aún no tenemos la educación necesaria para para que la sociedad en su conjunto pueda enfrentarlo de la mejor manera”.

“En otros países cercanos latinoamericanos, o también por ejemplo en Estados Unidos, las sociedades han determinado un día y es por eso que nosotros proponemos que el día del terremoto de Valdivia el 22 de mayo sea el Día Nacional de la Memoria y Educación en Desastres socionaturales, creemos que muchos se preocupan cuando ocurren un desastres pero no nos preocupamos de educarnos para enfrentarlos de la mejor manera posible, ese es el sentido de este proyecto, que tiene un respaldo transversal tanto de la comunidad como de los representantes de Valdivia como de los distintos sectores políticos del país”, agregó.

El parlamentario finalizó afirmando que “queremos que se tramite lo antes posible para que este próximo 22 de mayo en las escuelas, en los servicios públicos del país se generen distintos planes de acción para la educación, simulacros y planes daysys, porque creemos que es la mejor forma de educar en esta materia”

La iniciativa recoge el espíritu del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030 adoptado en la tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas celebrada en Sendai (Japón) en 2015, para la prevención de los desastres naturales, la preparación para casos de desastre y la mitigación de sus efectos, con un marcado énfasis puesto en la gestión del riesgo de desastres en lugar de en la gestión de desastres, la definición de siete objetivos mundiales, la reducción del riesgo de desastres como resultado esperado, un objetivo centrado en evitar que se produzcan nuevos riesgos, la reducción del riesgo existente y reforzar la resiliencia, así como un conjunto de principios rectores, incluida la responsabilidad primordial de los Estados de prevenir y reducir el riesgo de desastres, y la participación de toda la sociedad y todas las instituciones del Estado