A mediados de 1987 el país se encaminaba en el largo camino que llevaría al plebiscito de 1988, donde la población debía votar SI o NO, es decir, por la continuidad de Pinochet por ocho años más o por elecciones libres con diversos candidatos.

A 30 años del plebiscito de 1988, estaremos publicando algunas crónicas que recuerden ese periodo.

Después de varios años de estudio en la Escuela de Arquitectura en la Universidad Católica y con participación activa en el movimiento estudiantil opositor a la dictadura, la consulta me cruzaba en pleno proceso de proyecto de título.

En esas circunstancias, no podía dejar de pensar en que debía aportar a la campaña del NO. Durante los últimos años había hecho varios afiches y volantes políticos para el movimiento estudiantil, por lo que durante semanas me distraje pensando cómo graficar el espíritu del NO, esa riqueza y diversidad que había detrás de quienes queríamos terminar con la Dictadura.

El desafío era grande. No me satisfacía un NO único, lo encontraba poco representativo o abstracto. No recuerdo en qué momento llegué a la certeza que el NO era diverso, que no era uno, o al menos tan “monolítico” como el SI. Entonces, teniendo varias ideas de NO, pensé que esa era la cualidad del NO: la diversidad. Las múltiples razones y personas que queríamos votar NO.

Hay muchas formas de decir NO, EM (c)
Hay muchas formas de decir NO, EM (c)

Entonces, con esa idea, hablé con algunos amigos diseñadores para diseñar un afiche con el lema Hay tantas formas de decir PiNOchet. Mi idea original -básica y poco original- era hacer una afiche como hay de varias ciudades y barrios: una situación urbana en el que aparecieran los diversos NO.

Mis amigos me convencieron que era mucho mejor realizar una afiche más libre. Y empezamos a crear y dibujar más ideas de NO para ampliar las originales y para tener muchas para elegir.

Así surgió el No, po´, el Nica, el Nooooooooo futbolero, el no de la paz y el marihuanero, el no ecológico y el explosivo y el afirmativo, para los uniformados. Y así sumamos y sumamos, con humor como el Niet (por los famosos “dólares rusos” y para ponerle humor al terror a los comunistas).

Fue un proceso muy entretenido, estimulante. Y al cabo de unas semanas, teníamos nuestro afiche listo, en esta primera etapa.

En principio, mi idea era apoyar en la campaña dirigida a sectores de centroizquierda y de izquierda, puesto que el centro (Democracia Cristiana y un sector de los radicales) como los sectores democráticos de derecha ya estaban convencidos de participar y de su voto. Por eso, nuestra primera acción fue llevar el afiche al Comité de Izquierda por Elecciones Libres (CIEL), presidido por Ricardo Lagos, que luego se transformaría en el PPD.

Para nosotros fue un duro golpe que no se aceptara el afiche, aduciendo a razones vagas y ambiguas, cuestionando algunos NO por “violentistas”, al tiempo que una persona nos dijo que el más enconado opositor fue Jaime Estévez (Militante socialista que fuera director del Banco del Estado –que transformó en Bancoestado- y después dirigente del equipo de fútbol Universidad Católica).

Después de eso, partimos al Comando del NO, ubicado en la esquina de la Alameda con Lastarria. También nos fue mal… a los NO que no gustaban se sumó el NO de la pera, que consideraron un tanto pornográfico.

Así las cosas, a nuestros ojos quedaban sólo dos caminos: renunciar (y sumarse a la campaña oficial, institucional) o imprimirlo y gestionarlo por nuestra cuenta. Optamos por la segunda alternativa.

No teníamos dinero para imprimir el afiche, y salimos a buscarlo. Un ángel nos dio el dinero para imprimir los primeros 3.000 ejemplares.

Así se creó la primera versión del afiche Hay tantas formas de decir PiNOchet. En él participamos Geraldine Gillmore, Leonardo Ahumada, Paola Cantergiani, Paulina Veloso y yo. Y así partió una campaña alternativa que significó mucho trabajo, nada de dinero, muchas satisfacciones y descubrir algunos síntomas -poco auspiciosos- de lo que es Chile hoy…

En la segunda edición, y a solicitud de varias personas, cambiamos el PiNOchet por un simple NO. Estaban hartos de tantos años de dictadura y de tener al dictador en todas partes para tenerlo además en ese afiche que querían poner en sus hogares y lugares de trabajo.