Una difícil situación viven hoy Matt y Ross Duffer, los creadores de Stranger Things, la exitosa serie de Netflix que ya va en su tercera temporada. Esto, luego que se hiciera pública una demanda por plagio en su contra a raíz de la historia que protagonizan Millie Bobby Brown, Winona Ryder y David Harbour.

El demandante es Charlie Kessler, un director de cine y TV que asegura que la idea original de la producción es suya y que se la comentó a los hermanos Duffer en 2014, durante una fiesta del Festival de Cine de Tribeca.

El documento fue presentado en un juzgado de Los Angeles, California, y en este se detalla que existen precedentes y pruebas para ratificar la tesis.

Kessler afirma que la historia es un plagio de Montauk (2012), un cortometraje de su autoría que presentó en el Festival Internacional de cine de Hamptons, y que comentó con la dupla de realizadores

En la misma charla, Kessler habría revelado cuál sería el siguiente paso del proyecto: convertirlo en una película, bajo el nombre de The Montauk Project. Un título que, según el cineasta, incluso fue adoptado por los Duffer durante la prehistoria de Stranger Things en Netflix.

El texto describe cómo habría sido presentada Stranger Things a los productores de la plataforma online, y varios datos coinciden con la historia que escribió Kessler: “Una carta de amor a los clásicos de los ochenta (…). La serie se desarrolla en 1980 en Montauk, Long Island, donde un niño desaparece. Mientras los amigos, la familia y la Policía buscan respuestas, se sienten atraídos por un misterio extraordinario que involucra experimentos gubernamentales de alto secreto”.

Lo que piden los abogados del director es una indemnización económica y “que se destruyan todos los materiales que tengan los Duffer de Stranger Things que estén basados en sus conceptos de Montauk”, tal como describe el diario El País.