El director belga junto a la compañía holandesa están presentando en Santiago a Mil 2018 After the rehearsal/Persona, la adaptación al teatro de dos películas de Ingmar Bergman.

After the rehearsal, sobre la película homónima de 198
4, transcurre en una sala de ensayo (muy austera y gris), donde un director de teatro, una joven actriz y la madre de ésta, fallecida hace unos años y ex-amante del primero, ponen en tensión la realidad y la representación, los sentimientos y el sexo, poder y subordinación.

Con actuaciones sobresalientes, presenta una obra con la intensidad y densidad propias de Bergman, con una puesta en escena tradicional y, más que correcta, precisa, donde nada falta ni nada sobra.

Después de un intermedio, viene Persona (cinta de 1966), y parte en el mismo escenario anterior que, con pocas modificaciones, se transforma en la sala de una clínica u hospital. Ahí están una mujer desnuda tirada sobre una mesa, una joven enfermera y un funcionaria. Es una reconocida actriz que ha perdido, en forma sorpresiva, la voz sin tener un diagnóstico claro que explique qué le ha pasado. Deciden enviarla, junto a la enfermera, a una casa de campo. Entonces empieza realmente una obra extraordinaria: desaparecen los muros y queda una superficie rodeada de agua… una puesta en escena sorprendente y fascinante en sus capacidad de complementar los textos, de completarlos.

Persona (con las dos actrices de After the rehearsal como protagonistas) ahonda en la proyección psicológica, en la identificación de uno con otro al nivel de ser, en buena medida, el otro: sentir lo mismo, pensar lo mismo, expresar lo que el otro no puede. Y nuevamente, el conflicto de qué es realidad, qué es actuación, qué es proyección. Lo anterior entremezclado con los secretos, esos mundos ocultos, tanto por miedo o por vergüenza o envidia.

En ambas obras, emparentadas en temas como en personajes, se abordan, desde el mundo del teatro (actrices y director de teatro), temas esenciales del ser humano como son los sentimientos, las relaciones de pareja, el sexo, el ser y el parecer con profundidad y emotividad, generando empatía e identificación entre espectadores y actores.

Persona, de gran poesía visual, como After the rehearsal pemiten diversas lecturas, y niveles de lectura, con profundidades que, en algunos casos, posiblemente requieran conocimeintos específicos de psicología y psiquiatría.

Grandes y conmovedoras actuaciones, una puesta en escena precisa en la primera y notable en la segunda, con un formato relativamente convencional que el público reconoció con grandes aplausos con muchas personas de pie.