Ayer, la actriz mexicana Salma Hayek hizo noticia mundial a través de una carta al diario estadounidense The New York Times, donde se asumió como una víctima más del acoso sexual de Harvey Weinstein, el exproductor de Hollywood que ya acumula decenas de denuncias de la misma índole.

Un día después de la declaración de Hayek, el ejecutivo se defendió de las acusaciones mediante un comunicado de prensa que publicó el portal de espectáculos The Hollywood Reporter, donde negó las palabras de la actriz.

De acuerdo al relato de Salma, las situaciones de acoso las vivió durante el rodaje de “Frida”, la película que financió Miramax (el estudio donde trabajaba Weinstein) donde se mostraba en pantalla la vida de la artista azteca Frida Khalo, con Hayek en el rol protagónico. Allí, habría sido obligada a actuar una escena lésbica con la actriz Ashley Judd, sólo por interés del productor.

La intérprete de 51 años aseguró que en sus inicios en Hollywood tuvo que enfrentarse a Weinstein y sus constantes peticiones de sexo. En la misma línea, hizo una lista a lo que se negó: “No a abrirle la puerta a cualquier hora de la noche, hotel tras hotel, localización tras localización, donde aparecía de forma inesperada, incluyendo un lugar donde estaba haciendo una película en la que ni siquiera estaba involucrado”, escribió.

De acuerdo a Weinstein, todo lo anterior es mentira: “El señor Weinstein admite que su actitud grosera durante la grabación de ‘Frida’ se debió a la decepción con el resultado final de la película y fue por eso por lo que tomó el mando en la edición final de la película junto a la directora Julie Taymor”, añade el documento.

Sobre la escena de Hayek y Judd que Weinstein habría obligado a filmar, el comunicado señala: “El señor Weinstein no recuerda presionar a Salma para hacer una escena de sexo gratuita con una protagonista femenina y, además, él no estuvo presente durante la grabación. Sin embargo, Frida Kahlo era bisexual”.