Este sábado 26 agosto a las 12:00 horas se realizará la presentación del último libro del artista de Guillermo Núñez, “Quizás – Aún – Tal vez“, que se celebrará con una lectura colectiva de los poemas y dibujos que lo componen. Además, se montará una muestra de su “obra actual” (2016-2017, exhibida en la exposición “4 Premios Nacionales“), hechas con acuarela, pastel y tinta china.

También podrán adquirirse libros y pinturas, y además, como acción a beneficio del Archivo Guillermo Núñez se pondrán a la venta sus famosas “Lenguas” firmadas por el propio autor. El valor alcanzará los $10.000.

El lugar será el Espacio O, donde Núñez tuvo su taller en calle Lastarria desde 1966, fecha en la que recién regresaba a Chile desde Nueva York, estadía que se vio interrumpida por el Golpe de Estado de 1973.

“Una feliz coincidencia que en esta ocasión nos traerá sin duda anécdotas y curiosidades de aquellos años”, reza el comunicado que informa de la actividad. “Quizá – Aún – Tal vez” conjuga su arte plástico con su amor por la escritura y la poesía. Aquel se exhibió en la exposición “4 Premios Nacionales” (Balmes, Barrios, Brú y Núñez) en el Museo Nacional de Bellas Artes, desde abril a junio de este año.

La muestra contó con la curatoría de Inés Ortega-Márquez, que presentó una retrospectiva de su obra estructurada en un mismo relato histórico que focaliza dos periodos: “Años 60” (hasta el quiebre de 1973) y “Exilio y Resistencia tras el golpe de estado” (desde 1973 a 1986).

El libro representa un trabajo de año y medio y contiene 230 páginas y 141 dibujos, dos de ellos originales. Un primoroso trabajo editado en 14 ejemplares siendo distinta cada tapa, hecha en cartón, con su respectivo dibujo original. Una joya de coleccionismo que puede adquirirse este sábado.

El libro ha sido editado igualmente en formato pequeño, con 80 páginas de texto y un dibujo original. Los más entusiastas pueden también adquirir interesantes dibujos en técnica mixta realizados con acuarelas, pastel y tinta china, igualmente exhibidos en la muestra antes mencionada.

“Núñez nunca abandona sus pinceles, sus brochas, sus finos palitos para trazar. De su obra actual, que es diversa, colorida, se ha seleccionado un grupo de pequeños dibujos en los que usa el pastel, la tinta china, la acuarela. Su arte es un arte vivo. Llena sus croqueras de bocetos y dibujos que luego transfiere al papel a través de técnicas mixtas, extendiendo con su gest manchas de color desperfiladas, frotadas a mano desnuda o con el uso de un trapo, y trazando líneas limpias y precisas, quizás de origen zen –dice la Curadora. Una escritura que a veces corrige el accidente gráfico con cancelaciones, como si quisiera velar algún incontrolable automatismo psíquico”, cuenta Inés Ortega Márquez.