El director surcoreano Hong Sang-Soo quiere mantener la “libertad total” en su trabajo y no imagina ser financiado por el gigante estadounidenses Netflix, como sí lo hizo su compatriota Bong Joon-Ho, también en liza por la Palma de Oro en Cannes.

“Quiero tener una libertad total con mi propia empresa (…) Necesito sentirme libre de cualquier presión financiera”, declaró el domingo a la AFP, la víspera de la proyección de su filme “The Day After” (“El día después”) en competición oficial.

“Creo que está lejos de mi forma de trabajar. Se tiene que hablar, negociar con ellos”, añadió el cineasta, considerado el Eric Rohmer surcoreano, por sus obras en forma de cuentos.

Okja“, de Bong Joon-Ho, producida por Netflix, y “The Meyerowitz Stories“, de Noah Baumbach, filme del que la compañía estadounidense de ‘streaming’ compró los derechos, forman parte de la selección oficial. La presencia de Netflix ha desatado una fuerte polémica porque la plataforma anunció que no exhibiría estas cintas en las salas francesas.

Antes de presentar su último filme, Hong Sang-Soo mostró el domingo un metraje de algo más de una hora, rodado en una semana en el Festival de Cannes el año pasado, con las estrellas francesa Isabelle Huppert (“Elle”) y surcoreana Kim-Min-Hee (“La doncella”).

La cámara de Claire” es la historia de una joven surcoreana que se encuentra en Cannes con el equipo de un conocido director. De repente es despedida sin motivo aparente.

De hecho, será el realizador, un hombre alcohólico con el que tuvo una aventura, que reclamó su despido. Claire, interpretada por Huppert, que está “por primera vez en Cannes” (risas en la sala), se cruzará por casualidad con los protagonistas de esta historia.

Claire se pasa el día haciendo fotos de la gente que va conociendo porque “la única forma de cambiar las cosas es mirándolas de nuevo durante mucho tiempo”. “Siempre necesitamos contemplar las cosas para tener una visión más amplia”, insiste la actriz surcoreana.