La presentación de “Carne y Arena” del director Alejandro González Iñárritu, el primer proyecto de realidad virtual en Cannes, ha revolucionado el Festival, al hacer vivir al espectador las dramáticas condiciones de los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos.

Una experiencia de realidad virtual que se extiende por cerca de 7 minutos es el nuevo proyecto de Alejandro González Iñárritu, quien con “Carne y Arena” ha hecho debutar un nuevo espacio para trabajos con esta tecnología llamado “Next”, con pabellones de 300 metros cuadrados dentro del mercado paralelo de películas de Cannes, el “Marché du film” del festival.

“Carne y arena” utiliza imágenes proyectadas, que fueron filmadas por Emmanuel Lubezki, a través de un casco y lentes. En conferencias de prensa en Cannes, Alejandro González Iñárritu ha sostenido que la idea de “Carne y Arena” la tuvo hace unos cinco años, con la salvedad que la realidad virtual no estaba tan avanzada para crear esta experiencia.

La idea del proyecto es que el espectador camine en un hangar, cerca del aeropuerto de Mandelieu, sobre la arena, pasando a través de plantas y que viva lo mismo que los inmigrantes, en el aspecto de, incluso, sentir temor al ser apuntado por un policía en la frontera.

Foto: Chachi Ramirez
Foto: Chachi Ramirez

Aquellos que son detenidos por las autoridades son encerrados durante un corto tiempo en celdas sin camas llamadas “las heleras”, por un periodo de dos días, en promedio. Los detenidos no prueban comida durante su encierro y son separados de sus hijos, siendo sometidos a un clima helado que llega a partirles los labios y hacer que su piel se torne de un tono azulado.

Ese frío es lo primero que se siente en ‘Carne y Arena’, al ingresar a esta cámara congelada, te ordenan quitarte los zapatos y los calcetines. Equipado con el Oculus Rift (el headset utilizado para programas de realidad virtual) y una mochila, te enfrentas así a la frontera, enfrentando las peligrosas situaciones que miles de migrantes experimentan en carne propia.