Con el desorden que se produjo tras el insólito paso de comedia con que terminó la ceremonia del Oscar, hubo hechos relevantes que pasaron de largo.

1. El premio a la película iraní “The Salesman”, de Asghar Farhadi (ya había ganado con la excelente “Una Separación”), que a causa de las políticas migratorias de Trump anunció que no asistiría a la ceremonia. ¿Premio político o artístico? Ambos. Una pena por la favorita, la alemana “Toni Edman”, una excelente muestra del buen estado del actual cine alemán.

2. Barry Jenkins (37 años), director y coguionista de “Moonlight” ( “Luz de luna)”, Oscar a mejor filme 2017, se quedó sin decir su discurso de agradecimiento. También pasó bastante inadvertido que él y Damien Chazelle (32), realizador de “La La Land”, la favorita (que sostuvo ese Oscar en sus manos hasta que tuvo que devolverlo), se abrazaron felicitándose mutuamente mientras seguía el caos sobre el escenario. Chazelle, además de mejor director, reunió otros 5 Oscar.

3. La Academia ignoró vergonzosamente a un maestro que demostró que aún sabe hacer películas magistralmente. “Silencio”, de Martin Scorsese, fue nominada a un solo premio, en una categoría sin relevancia, que por supuesto no ganó.

4. ¿De verdad Emma Stone, excelente hay que decirlo, tuvo un mejor desempeño actoral en “La La Land” que Isabelle Huppert en “Elle”?

5. Al menos, una buena noticia: la Academia se fijó en Yorgos Lanthimos, el realizador griego que está haciendo un cine provocador y rupturista. Estuvo nominado en un relevante apartado: mejor guión, por “Langosta”, su primer filme en inglés.