Aún no podemos hablar de tendencia, pero una nueva película de horror está llevando al público de nuevo al límite de lo tolerable: a las náuseas, los mareos y al asco que genera lo que están viendo. Siguiendo el principio de la novedosa Raw, el filme que fue recibido entre vómitos en el pasado Festival de Cine de Toronto, se suma una nueva propuesta (o prueba) cinematográfica.

Se trata de Kuso, un largometraje que desde su debut genera reacciones encontradas entre los espectadores. Aquí, los recursos se extreman. Si en Raw la trama apostaba por la relación entre vegetarianismo y canibalismo a modo de ejercicio narrativo, lo de Kuso es netamente radical y violento.

El filme, la ópera prima del director y músico Steven Ellison, fue estrenado en el reciente Festival de Cine de Sundance, causando retiros voluntarios y repetidos de la sala y variadas muecas de rechazo. Allí, en Utah, de acuerdo a lo publicado por el portal PlayGround, ciertos críticos no dudaron en calificarla como “la película más repugnante jamás rodada“.

La trama se centra en un relato coral apocalíptico: un fuertísimo terremoto que sacude a Los Angeles genera diversas mutaciones en algunos de sus ciudadanos; algo que decantará en una una sucesión de situaciones que se precipitará como “una serie de cortometrajes interconectados entre sí“.

¿Qué se verá en Kuso?  Mutantes, personas con malformaciones, heces, desnudos, cucarachas, insectos de todo tipo, bebés que en realidad son monstruos, y una crítica al racismo imperante de EE.UU, según aquellos que se atrevieron a terminar el metraje. Otros la comparan con películas como Mal Gusto y Pink Flamingos.

He decidido hacerle caso a lo que dicta mi corazón y rodar Kuso”, dijo Flying Lotus, apodo del director. “La hemos grabado sin ningún tipo de soporte financiero y a base de pedir favores (…) La premisa que me impuse con Kuso fue aunar en la cinta todo aquello que me provocase miedo”, apuntó.

Aquí el trailer de Kuso: