La casona construida entre 1914 y 1918 por el empresario Otto Werner Rither, propietario de la fábrica Bellavista Oveja Tomé, traspasada posteriormente en 1944 a la familia del comerciante griego Constantino Mustakis, a partir del cual cumple temporalmente funciones como consulado griego en Chile se convertirá en 1966 en el núcleo de la colectividad italiana.
“En términos históricos es un inmueble en el cual la comunidad italiana, de importancia en el desarrollo de Viña del Mar y Valparaíso, reconoce un espacio de reafirmación de su propia historia e identidad, durante la segunda parte del siglo XX”, dijo Ángel Cabeza, Vicepresidente Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales al comentar la aprobación de la solicitud de declaratoria.
El Consejo de Monumentos Nacionales decidió por unanimidad otorgar protección como Monumento Nacional a la Cada de Italia, en la Viña del Mar, construcción ubicada en calle Alvarez, en la ciudad Jardín.
Por su parte la Secretaria Técnica del Consejo, Ana Paz Cárdenas, resaltó que el inmueble es “un referente de la ciudad desde el propio momento de su construcción a principios del siglo XX, en el eje fundacional de la ciudad, siendo uno de los pocos ejemplos de casona extraordinaria que aún subsisten”.
Organizaciones de inmigrantes italianos
La presencia de las primeras organizaciones de inmigrantes italianos en la región data del siglo XIX, pero comienzan a adquirir fisonomía propia a comienzos del siglo XX, con lo cual ya en la segunda década del siglo pasado se constataban 14 instituciones disgregadas entre Viña del Mar y Valparaíso de las cuales fueron precursores el Circolo de Valparaíso, fundado en 1917, y en una fecha posterior la Casa Degli Italiani, ambas son el origen de la Casa de Italia.
Considerada la piccola Italia por la comunidad residente en la región durante la segunda mitad del siglo pasado, la Casa de Italia se convirtió con los años en un testimonio material de la presencia italiana en la zona y que tuvo el logro de reunir diversas instituciones, entre ellas el consulado italiano, el círculo deportivo que contó con cancha de bochas, piscina, rama de atletismo y ciclismo, la sociedad Canottieri Italiana, el círculo de profesionales de origen italiano y la sociedad cultural Dante Alighieri y, por un tiempo, el Comité de italianos en el extranjero (COMITES).
El inmueble ha sido descrito como un lugar de encuentro de la italianidad de la región de Valparaíso, como existen otros referentes en varios países del mundo.
La construcción en términos arquitectónicos corresponde más bien a un ejemplo de diseño historicista y ecléctico con detalles románicos y neogóticos que se ha convertido para la ciudad en un testigo de su desarrollo contemporáneo y a partir del cual muchos viñamarinos se reconocen.
En términos de singularidad se destacan además la magnitud de sus dimensiones, volumen, espacialidad, jardín frontal, diseño arquitectónico, estilo, emplazamiento y escenografía.