Más feliz que nunca se ve la animadora de La Red Julia Vial, quien posó junto a sus dos hijos en una tierna sesión de fotos para la revista Vanidades.
La sonriente animadora se muestra regaloneando con Julia de seis años y Leopoldo de cuatro meses, quien ha sorprendido a la comunicadora por su rápido crecimiento. “Es gigante. Con apenas tres meses usa-ba- ropa talla 9″, explicó la periodista.
Actualmente Julia se encuentra amamantando a su bebé y optó por la técnica de libre demanda, es decir, dar de comer al niño cuando y cuanto él quiera, sin importar la hora. “Le daré lo que más pueda. Creo que este momento es ideal para fortalecer el apego entre madre e hijo y, además, porque con mi hija no pude disfrutar de dar pechuga. Me tenía que sacar y luego darle con sonda. Polito ha crecido tanto que ahora estoy tratando de darle solo cada tres horas”, dijo.
Una foto publicada por Vanidades Chile (@vanidadeschile) el
El pequeño también llegó en el momento perfecto para Vial. “Hace rato ya que queríamos ser padres, pero no se había podido. Siempre quisimos tener una familia grande, por lo que este hijo llegó en un momento muy esperado”, agregó.
Para la pareja la llegada de Polito ha sido un proceso completamente diferente al de Julita, quién nació con Síndrome de Down. “Yo siento que todas las maternidades son distintas independiente del género. Con la Julia fue diferente porque ella tuvo que estar varios meses en la clínica y a Polito lo he disfrutado de otra manera. No hay favoritos. Ambos son mis hijos y no podría querer más a uno que otro”, reconoció en la publicación.“Es un desafío distinto y gratificante. Para mí la Juli es lo mejor que me ha pasado en la vida”, señaló la animadora de Hola Chile.
Pero sus niños no sólo la han cambiado en lo personal, sino que también en lo profesional. “La maternidad me enseñó a reírme de mí misma. Me relajé, comencé a ver todo con otros ojos. Antes jamás habría llorado en televisión y hoy siempre lo hago en mi programa”, comentó.
“Me conecté conmigo misma. Hasta antes de ser madre estaba dedicada a trabajar. Encontraba que la perfección por sí era un valor. Hoy me hace mucho más feliz aceptarme con mis defectos y pocas virtudes. Después de pasarla tan mal con una hija pequeña que fue operada del corazón, que estuvo con coma inducido y varios meses en la clínica, cuando pasas por todo eso aprendes cuáles son las cosas que son importantes en la vida”, finalizó.