Estancado y a la espera de nuevos estudios se encuentra el proyecto para la construcción del tercer dique en los Astilleros y Mestranzas de la Armada en Talcahuano.

Proyecto que ha sido buscado intensamente por los parlamentarios de la región del Bío Bío, quienes -apelando a la “unidad política”- se reunieron con el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, el pasado 12 de abril.

Sin embargo, en esa ocasión hubo dos reuniones, una con el alcalde de Talcahuano y el diputado José Miguel Ortiz (DC) y otra con el resto de los parlamentarios. Se abre entonces la interrogante acerca de por qué -si existía un llamado a la unidad- se realizaron dos reuniones acerca del mismo tema.

Para la senadora Jacqueline van Rysselberghe (UDI) esta actitud de hacer “grupo aparte” sólo cae en la “pequeñez política” , en directo desmedro del proyecto.

La parlamentaria agregó que es un hecho que el Bío Bío no es prioridad para el Gobierno, y que lo mas preocupante es la fuga de inversión por la inestabilidad política.

En esta reunión, el secretario de Estado solicitó “actualizar los números” de Asmar, producto precisamente de la fuga de inversionistas, que se traduce en menos clientes para el astillero.

El diputado Cristián Campos (PPD) -quien también rechazó la conformación del “grupo aparte” realizado por Saavedra y Ortiz- concordó con la senadora gremialista y exigió un cambio de actitud de su Gobierno con la región.

Otro de los asistentes a esta reunión fue el senador Alejandro Navarro (MAS), quien hizo un llamado a la unidad, ya que de lo contrario afirmó que el Bío Bío estará al borde de una crisis.

Navarro sostuvo que el Gobierno debe escuchar a la región y de lo contrario no descarta movilizaciones.

Sin embargo, el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, aseguró que no fue invitado a esta reunión -liderada por Cristián Campos-, producto de mala coordinación y “poca generosidad”.

Saavedra pidió nuevamente que Hacienda le de “luz verde, de una vez por todas” a la construcción de este dique.

No obstante, el seremi de Hacienda, Renzo Galgani, aseguró que hoy se trabaja en estudiar la viabilidad y rentabilidad del proyecto.

La autoridad explicó que existe total voluntad política para llevar adelante una iniciativa que es beneficiosa para la nación. Sin embargo, precisó que hay que tener la certeza de que sea rentable.

Una obra de gran envergadura, que potenciaría la creación de empleo, el desarrollo productivo, además del crecimiento y la reactivación económica de la región. Sin embargo, los actores políticos concuerdan en que el Ejecutivo está buscando argumentos para no concretarla y por lo menos hasta hoy, no hay luces de hacerla realidad, ya que aún falta que el Gobierno se decida a aportar el 50% del costo de este proyecto. Es decir, 75 millones de dólares, ya que los otros 75 los aportaría Asmar.