Bolivia gastará 27,1 millones de dólares para construir una nueva sede del Congreso y reemplazar al actual, situado en un edificio histórico en el centro de La Paz, pequeño y obsoleto.
Según el vicepresidente Alvaro García Linera, la nueva construcción demorará “585 días y cuenta con una inversión de más de 189 millones de bolivianos”.
El vicepresidente de Bolivia, de acuerdo a la Constitución, ejerce a la vez la presidencia del Congreso bicameral.
Según el informe oficial, el nuevo edificio reemplazará a las actuales instalaciones del poder Legislativo, construidas a principios del siglo pasado, en estilo neoclásico, sobre lo que fue una capilla de un colegio de la católica Compañía de Jesús, inaugurada en el siglo XVI.
Durante su mandato, que ya dura más 10 de diez años, Morales ordenó que las aguas del reloj que se encuentra en el frontispicio de la actual sede del Congreso, giraran al revés, como símbolo de que los tiempos del sur no son los mismos que los del norte, asociados con el imperialismo y la colonización.
El nuevo Parlamento, según el informe de la oficina de prensa, “constará con salas para las sesiones públicas de senadores y diputados, salas de eventos, más oficinas administrativas y un helipuerto” y estará ubicado al lado del actual edificio.
El Congreso boliviano se encuentra en la Plaza de Armas de La Paz, al frente de las oficinas presidenciales, y ambos fueron escenario y testigos de la turbulenta vida política boliviana, con golpes de estado civiles y militares y numerosas tomas de posesión de presidentes.
El mandatario Evo Morales también ha impulsado la construcción de las nuevas oficinas presidenciales, a un costo de 33,2 millones de dólares.
Aunque este edificio también histórico es la sede de la presidencia, la residencia de Morales se encuentra en un barrio exclusivo en el centro-sur de La Paz.