Sin cirugías y fuera del pabellón: la rinomodelación no quirúrgica cada vez suma más adherentes producto de su rapidez y eficacia, consiguiendo en pocos minutos modificar la nariz de cualquier paciente inconforme con su rostro.
Hace tres días Valeria Ortega se atrevió a probar un nuevo método de intervención plástica. La conductora de televisión asistió a la Clínica Terré, ubicada en Las Condes, para cambiar la apariencia de su nariz con un moderno procedimiento que evita las hinchazones y molestias típicas de una rinoplastía.
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Según explica el doctor Simon Ourian, cirujano plástico, conocido por su trabajo eficiente y poco invasivo aplicado a las celebridades en Beverly Hills, esta intervención “consta de rellenar con ácido hilaurónico algunos espacios en la nariz para camuflar un caballete o respingarla”. Para ello, el médico inyecta esta sustancia en la nariz, tardando un poco más de 10 minutos en terminar el trabajo.
Así lo confirmó Valeria, quien publicó una fotografía comparativa entre un “antes” y “después” de su perfil, sorprendida por la eficiencia de los resultados “Lo juro. Menos de 15 minutos”, indicó en su Instagram en el pie de foto.
Una foto publicada por Valeria Ortega Schettino (@vale_ortega) el
A pesar que la rinomodelación no quirúrgica no puede reparar tabiques torcidos ni disminuir el tamaño de una nariz, muchos famosos no han dudado en probar suerte con ella, pagando una elevada suma que cuesta entre $1 millón 300 mil pesos (chilenos) y $3 millones y medio de pesos, según indicó el doctor Ourian en sus redes.