Los candidatos demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders se dispararon con munición gruesa este jueves en Nueva York en un debate presidencial con mucho en juego, a cinco días de la crucial primaria de este Estado, segundo del país en número de delegados.
Organizado en el centro Duggal Greenhouse de Brooklyn, el debate tuvo a la exsecretaria de Estado y favorita del campo demócrata buscando mostrarse como la aspirante mejor preparada para la Casa Blanca, ante un Sanders que criticó con dureza su supuesto alineamiento con el establishment y los grandes bancos.
Según sondeos difundidos el martes, Clinton tiene una ventaja de dos dígitos sobre el senador por Vermont (noreste) para los comicios del 19 de abril, en los que necesita un triunfo claro tras haber perdido en siete de las últimas ocho primarias.
Este jueves, los dos contendientes no tardaron en cruzarse con fuerza, ya que apenas abierto el debate Sanders cuestionó la “capacidad de juicio” de Clinton a la hora de tomar decisiones, recordando que votó “a favor de la guerra en Irak y acuerdos comerciales que costaron millones de puestos de trabajo en Estados Unidos”.
En un ambiente electrizado, la exprimera dama de 68 años replicó de inmediato, acusando a su rival de lanzar un “ataque engañoso”.
“El senador Sanders dijo que no estoy calificada. Me han llamado muchas cosas en mi vida, pero nunca así. Cuestiona mi capacidad de juicio. Bueno, el pueblo de Nueva York me votó dos veces para ser su senador y el presidente (Barack) Obama me eligió como su secretaria de Estado“, afirmó Hillary en este noveno debate entre ambos.
Mientras una encuesta de la universidad Quinnipiac concede a Clinton 53% de las intenciones de voto contra 40% para el senador de 74 años, otro sondeo, de NY1 Baruch, le otorga 13 puntos de ventaja (50% contra 37%).
Oriundo de Brooklyn y autodenominado “socialista democrático”, Sanders aspira a mantener su “momentum” y realizar un buen desempeño en este estado, a su vez hogar adoptivo de Clinton, quien fuera senadora por Nueva York entre 2001 y 2008.
Pelea por bancos y Wall Street
Clinton tiene una ventaja sobre Sanders de 1.790 delegados contra 1.113. Se requieren 2.383 delegados para obtener la nominación en la convención demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre.
El Estado de Nueva York es el que más delegados atribuye después de California, cuyas primarias tendrán lugar en junio. En la primaria demócrata hay 291 delegados en juego, y 95 entre los republicanos.
Uno de los puntos más calientes del debate fue la cuestión de Wall Street, con Sanders a la ofensiva por los supuestos vínculos de Clinton con los grandes bancos y las corporaciones.
Sanders se burló de la afirmación de Clinton de que se plantó ante los bancos cuando era senadora por Nueva York, en los años previos a la crisis de 2008 y 2009.
“¿Eso fue antes o después de que usted recibió grandes sumas de dinero por dar conferencias?”, preguntó con sorna, exigiéndole que dé a conocer la transcripción de esos discursos.
De su lado, Clinton criticó a su rival por “los problemas para responder a preguntas sobre su tema central, como dividir a los bancos”, o por no explicar cómo implementará su revolución política.
Un aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora, la postergada reforma de la legislación sobre control de armas y la cuestión del cambio climático fueron otros ejes del debate.
El electorado diverso de la ciudad de Nueva York y los demócratas de mejor posición económica favorecen a Clinton, mientras que Sanders se apoya en las comunidades menos favorecidas y los jóvenes.
El 19 de abril también se celebrará la primaria republicana en Nueva York, con el magnate Donald Trump como favorito, de acuerdo con los sondeos.
Trump, quien hizo su fortuna en Manhattan y es muy conocido en este Estado, suma entre 55 y 60% de intención de votos, contra entre 20 y 17% del gobernador de Ohio, John Kasich, y 19 y 14% del senador ultraconservador de Texas, Ted Cruz, según dos sondeos.