La noche que Ricardo Meruane estuvo arriba del escenario de la Quinta Vergara tuvo a dos personas escuchando a cada momento: su guionista Pablo Erazo y su productor Martín Rogers. Ambos estuvieron al otro lado del sonopromter, intentando ayudar al humorista que, por segunda vez consecutiva, sólo pifias recibió.

Rogers, considerado el brazo derecho del humorista, intentó explicar al diario Las Últimas Noticias qué fue lo que falló en la rutina, apuntando a la diferencia generacional y “nuevo humor” que hoy reina en el Festival de Viña Mar.

“Ricardo tiene una esencia de los años 80, 90, de café concert, y en Viña el humor ya es distintos. Se necesita el chiste rápido, más dinamismo. Ricardo tiene un humor más de texto, profundidad, de tejer una historia. Y a eso el público no viene preparado, se distrae y vienen las pifias”, señaló.

En la misma línea, comentó que Meruane quedó en blanco por algunos instante, sobre todo en el momento de la pedida de Gaviota.

“Fue un momento muy bizarro. Él fue muy digno, si se quedaba callado a lo mejor la gente se la daba por pena o trayectoria. Él se bloqueó en el escenario, incluso intentamos adelantar un bloque muy interactivo de la rutina (…) pero no nos escuchaba”, relató Rogers.

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A pesar de lo ocurrido, Ricardo fue fuerte -dijo- y no se echó a morir. “Cuando terminó el show, Rafa Araneda nos dijo: ‘Ahora hay que tirar al amigo hacia arriba’. Nos dimos un abrazo, pero Ricardo no llora, es muy digno”.

“Nos quedamos hasta las 4 o 5 de la madrugada conversando. Hoy (domingo) vino el bajón más grande, pero se fue a dar un sauna y un piquero. Incluso con Ricardo hoy nos juntamos a ver los memes y nos dieron hasta risa“, concluyó.