Pedro Ruminot tuvo una noche de altos y bajos en su presentación en el Festival de Viña del Mar, donde consiguió hacerse de una Gaviota de Plata, que pareció entregada más por el canal que por el público.

Si bien la rutina consiguió sacar risas, no encantó del todo al público, que exigió más chistes y por sobretodo, entendibles, cosa que parecía imposible por la rapidez con la que hablaba el humorista.

En la conferencia de prensa, Ruminot reconoció su nerviosismo, el que le jugó en contra en el bis, donde realizó un relato satírico de la televisión que nunca pudo ser comprendido por el público, que lo pifió aburrido del griterío.

“Sí, me puse muy nervioso al final en el bis. Muy nervioso y me compliqué, pero quizás… Pasa que el plan era decir buenas noches después de que haya dicho ‘no quiero que me llamen cobarde, prefiero que me llamen populista’. Ese era el fin, pero seguí y ahí era donde debí haber dicho buenas noches que era el plan original”, explicó Ruminot.

Si bien reconocía su felicidad con el premio, era consciente de su error que también culpó al sonido del lugar. “Me puse nervioso, había un problema con la acústica, el sonido y por eso no me escucharon”, añadió.

Tregua con Valdebenito

En la misma conversación, los periodistas le preguntaron sobre Natalia Valdebenito, quien dijo el día anterior que había una especia de tregua con él, tras su salida de El Club de la Comedia.

“Nunca he respondido una pelea, para que exista una tregua debe haber una guerra. No existe una tregua, no es como que acordamos algo. Sobre eso no tengo nada que decir. Si alguien dice ‘oye hagamos una tregua’ en su cabeza sola, buena onda, pero no necesito una tregua”, afirmó tajante.