Un nuevo movimiento político, que propugna la violencia para defender los derechos de Hong Kong e, incluso la independencia, surgió en la ex colonia británica tras el fracaso de las protestas pacíficas prodemocracia en el otoño de 2014.

“Si queremos alcanzar nuestro objetivo, tenemos que utilizar todos los medios necesarios”, dijo a la AFP Edward Leung, líder de los Indígenas de Hong Kong, un grupo nacido en 2015.

“Una guerra, o una batalla, son inevitables”, agrega el dirigente Edward Leung.

El territorio semiautónomo sigue aún bajo la conmoción causada por los disturbios ocurridos durante el Año Nuevo chino, el 9 de febrero.

Aquel día, una manifestación de apoyo a unos vendedores ambulantes que las autoridades querían echar degeneró en enfrentamientos callejeros, los peores en décadas. Unas 130 personas resultaron heridas, entre ellas cerca de 90 policías.

En la vanguardia se encuentran jóvenes del llamado movimiento “localista”, nacido sobre las cenizas de la “revuelta de los paraguas” del otoño de 2014, cuando decenas de miles de militantes prodemocracia trataron sin éxito de obtener de Pekín una serie de reformas políticas.

Su leitmotiv, proteger la identidad y las libertades de Hong Kong frente al régimen de Pekín, no es nuevo.

Pero ahora, algunos localistas van más lejos, reivindicando la autonomía e incluso la independencia, y diciéndose listos “para la guerra”.

Según ellos, la filosofía pacifista de las revueltas de 2014 está periclitada y sólo una acción radical puede cambiar las cosas.

‘Nación hongkonesa’

El gobierno de Pekín ha reaccionado indignado a los disturbios del Año Nuevo chino, atribuyéndolos a “separatistas radicales”.

Un calificativo que no le choca a Edward Leung, estudiante de filosofía de 24 años de edad que sostiene que el “objetivo final es construir una nación hongkonesa”.

En un tono más radical, un localista que prefiere mantener el anonimato asegura a la AFP que “el Partido Comunista chino es un grupo terrorista”.

“Hagamos lo que hagamos para resistir a su ocupación de Hong Kong, no debería calificarse de violento”, considera.

El movimiento “localista” es una nebulosa de pequeños grupos que encuentran sus apoyos principalmente en internet. Muchos de sus miembros prefieren el anonimato.

En el movimiento han entrado grupos más antiguos, que han militado tradicionalmente por preservar el alma de Hong Kong, un territorio semiautónomo donde rige el multipartidismo, y que según los términos de la retrocesión de 1997 debe conservar su modo de vida durante 50 años.

Wong Yeung-tat, un veterano del militantismo social y fundador de Pasión Cívica en 2012 piensa que los disturbios de principios de mes marcan un punto de no retorno.

“Muchos activistas piensan que es hora de defenderse. Tal vez tengamos que resolvernos a hacer la revolución”, dice.

Edward Leung, detenido durante los disturbios, ha de responder ante la justicia junto con otros 30 manifestantes, que se exponen a una pena de hasta 10 años de cárcel.

Los localistas no se oponen a la vía clásica, y el propio Leung es candidato a una legislativa parcial a fines de mes, en la que tiene pocas opciones.

‘Inaceptable para Pekín’

“El localismo tiene una influencia creciente entre los jóvenes, pero no hasta el punto de poner patas arriba el sistema”, estima Chung Kim-wah, profesor de ciencias sociales en la Universidad Politécnica de Hong Kong.

No obstante, advierte, las autoridades podrían empeorar la situación si responden con violencia.

“Desde el punto de vista de Pekín es inaceptable tener aunque sea una pequeña minoría de localistas radicales”, comenta por su lado Sonny Lo, del Instituto para la Educación de Hong Kong.

La desaparición de cinco empleados de una editorial conocida por sus libros embarazosos para el poder chino no ha hecho más que aumentar la preocupación. China confirmó que cuatro de ellos están siendo investigados en el continente.