El partido de izquierda español Podemos levantó este jueves sus condiciones para negociar con el Partido Socialista (PSOE) la formación de un gobierno de coalición de partidos de izquierda.

Hasta ahora, Pablo Iglesias, líder de Podemos, exigía a los socialistas que se pronunciaran abiertamente en contra de una alianza con el partido liberal Ciudadanos y pedía una reunión a dos con el secretario general socialista Pedro Sánchez, más que conversaciones entre equipos negociadores.

Iglesias explicó en rueda de prensa que el jefe del pequeño partido ecolo-comunista Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón, propuso que “se reúnan los equipos negociadores del futuro gobierno de progreso de este país: los equipos negociadores de Podemos y las confluencias, de IU, de Compromís (partido regionalista valenciano) y del PSOE”.

“Me parece una idea sensata” , dijo Iglesias, añadiendo que le ha parecido “muy buena y le he dicho que sí”.

“Por nuestra parte, plena disponibilidad para que los equipos negociadores se encuentren y dialoguen”, remachó.

El rey de España encargó el 2 de febrero al líder socialista Pedro Sánchez intentar formar gobierno, algo que no podrá hacer sin el apoyo de otras formaciones, ya que su partido sólo tiene 89 diputados de 350.

Iglesias se apresuró a proponerle formar un gobierno de coalición, del que sería vicepresidente. El martes, Pablo Iglesias presentó un programa detallado de un centenar de páginas que pretendía discutir sólo con Pedro Sánchez, aunque aún no se ha producido ninguna negociación.

El PSOE es muy reticente a aliarse con un partido que apunta abiertamente a sustituirlo, y ha mantenido negociaciones con Ciudadanos, IU e incluso Compromís, una de las formaciones que se presentó a las elecciones en las mismas listas que Podemos.

Pablo Iglesias consideró este jueves que ya no hay riesgo de ver al PSOE aliarse con Ciudadanos, después que el partido liberal excluyera el miércoles entrar en el gobierno. “Como mucho se van a abstener”, subrayó Iglesias.

No obstante, el líder de Podemos no ha abandonado abiertamente otras exigencias, como la convocatoria de un referéndum en Cataluña, inaceptable para el PSOE.

Pedro Sánchez debe intentar lograr la investidura en el Congreso de los Diputados a principios de marzo, en lo que parece un ejercicio difícil ya que ninguna de las coaliciones consideradas hasta ahora conseguiría la mayoría absoluta. Tendría que asegurarse suficientes abstenciones para recibir el aval a un gobierno minoritario.