Un niño de cuatro años llegó muerto a la isla griega de Chios a bordo de una embarcación que transportaba a migrantes, informó el miércoles la policía portuaria griega.

El niño, de nacionalidad afgana, según las ONG presentes en el lugar, murió durante la travesía que efectuaba junto a su familia desde la costa de Turquía.

La policía portuaria inició una investigación para determinar las causas de la muerte.

Según las ONG, en las últimas 24 horas llegaron a la isla de Chios unos 600 migrantes.

La policía no confirmó esa cifra pero dio cuenta de un “leve aumento del flujo” de migrantes llegados a las islas griegas desde el martes, en particular en la isla de Lesbos, que registró 1.076 personas.

El martes, el viceministro del Interior, Nikos Toskas, había comunicado una “fuerte bajada del número de migrantes llegados a las islas en los últimos tres días, pasando de unos 2.500 a 200 por día”.

“Eso confirma que Turquía tiene la llave del flujo”, dijo Toskas.

“Hay que ver si Turquía va a cumplir con su papel” para frenar las salidas desde sus costas o “jugar” a abrir y cerrar el paso hacia Europa, “en función de las negociaciones” con la Unión Europea, dijo por su parte el viceministro de Defensa, Dimitris Vitsas.