El bombardeo del lunes contra un hospital que contaba con la asistencia de la organización Médicos Sin Fronteras en el noroeste de Siria dejó 25 muertos, según un nuevo balance facilitado este miércoles a la AFP por la ONG.

La ONG francesa anunció el martes que el bombardeo contra este hospital de la provincia rebelde de Idleb había matado a 11 personas, y precisó que algunas más se encontraban bajo los escombros.

“El balance ha subido a 25 muertos. Se trata de nueve empleados y de 16 civiles, entre ellos varios pacientes y un niño”, indicó una portavoz de MSF en Beirut.

Al menos 11 personas resultaron heridas, entre ellas diez empleados del hospital.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) atribuyó el bombardeo a aviones rusos. Rusia por su lado desmintió haber atacado ningún hospital.

En el centro, dotado de 30 camas, dos quirófanos, un servicio de consultas externas y una sala de urgencias, trabajaban 54 personas.

MSF apoya esta estructura desde septiembre de 2015, facilitándole material médico y cubriendo sus costes de funcionamiento. Igualmente apoya otros 152 hospitales en toda Siria, cinco de ellos bombardeados desde principios de año.

El martes, el embajador sirio ante la ONU, Bashar al Jaafari, acusó a la ONG de trabajar para los servicios de inteligencia franceses.

“Ese supuesto hospital fue instalado sin el permiso del gobierno sirio por la llamada red francesa Médicos Sin Fronteras, que es un brazo de los servicios de inteligencia franceses que operan en Siria”, declaró el embajador.