En el restaurante “Donde Augusto” ubicado en el corazón del Mercado Central el animador del Festival de Viña del Mar, Rafael Araneda se reunió con la prensa de espectáculo para dar a conocer pormenores de su preparación de cara a la versión 57 del certamen musical que se llevará a cabo entre el lunes 22 y el sábado 27 de febrero.
En la oportunidad el conductor comentó algunos detalles de las oberturas diarias y que marcaran ciertas diferencias con años anteriores. “Vamos a ponerle un poco de humor a las oberturas, sobre todo para el público de la casa. Son cápsulas que estamos grabando con Carola -de Moras-, con otros personajes y también algunos artistas aportarán en ello. Algunas son muy osadas”, señaló Araneda.
Los clips irán en relación con los personajes que se presentarán en cada noche, como por ejemplo un video ochentero durante la jornada en la que se presentará Lionel Richie y Rick Astley.
Un año invisible
Araneda llega a la animación de Viña luego de un año donde su único proyecto en la pantalla chilena, La Fiesta de Chile, fue un rotundo fracaso.
El espacio que contó con la participación de Jhendelyn Núñez y Andrés Caniulef, pasó inadvertido en las audiencias y tuvo que enfrentar fuertes criticas por su producción.
“Desde 2008 estoy haciendo una carrera afuera y, cuando me vengo a CHV, mi nuevo contrato me permitía ponerle más foco a mi pega en el extranjero. Y así lo he hecho. Y no tengo ningún problema en reconocer que, cuando la antigua administración del canal me pide hacer La fiesta de Chile, yo les dije: ‘¿hay alguna opción de no hacerlo?’. Y me respondieron: ‘Es que no tenemos parrilla’. Yo sentía que no íbamos a llegar a ninguna parte, pero uno también es empleado y en algún momento del día recibe instrucciones”, señaló el animador a La Tercera.
“Hay momentos en que no se puede decir que no. La TV moderna de pronto dicta que uno tiene que aceptar mochilas difíciles de cargar, porque para las compañías es muy complicado. Y de que va a tener un costo, va a tener un costo”, agregó.