El Papa Francisco se refirió nuevamente a su visión sobre los gays y el divorcio en su primer libro-entrevista, escrito por Andrea Tornielli .
En el texto, denominado “El nombre de Dios es Misericordia”, el papa esboza críticas a los sectores más doctrinarios de la Iglesia, según extractos difundidos por la agencia AP, quienes recibieron una copia anticipada de la publicación.
Entre las respuestas que entrega al periodista Andrea Tornielli, destacan las alusiones al episodio vivido ante periodistas en el avión del Vaticano, donde expresó: “Si una persona es gay y busca al Señor y está dispuesto a ello, ¿quién soy yo para juzgarla?”, indicando que sólo parafreasaba la memoria del Catecismo de la iglesia Católica, donde se afirma que los gays no deben ser marginados.
“Prefiero que los homosexuales acudan a la confesión, que estén cerca del Señor y que recemos todos juntos”, añadió.
Respecto al divorcio, el papa recurrió a una experiencia familiar para ejemplificar su visión:
“Yo tengo una sobrina que se ha casado civilmente con un hombre antes de que éste obtuviera la nulidad matrimonial. Querían casarse, se amaban, querían hijos y han tenido tres (…) Este hombre era tan religioso que todos los domingos, yendo a misa, iba al confesionario y le decía al sacerdote: ‘Sé que usted no me puede absolver, pero he pecado en esto y en aquello otro, deme una bendición’. Esto es un hombre formado religiosamente“, señala el texto.
Francisco añade que “debemos evitar la actitud de quienes juzgan y condenan desde las enormes alturas de sus propias certidumbres, buscando la astilla en el ojo ajeno mientras ignoran la viga en los propios”.
En otros pasajes del texto, el argentino revela aspectos de cómo enfrenta el rol de ser el máximo líder de la Iglesia: “Nunca confío en mí mismo en parte porque mi primera reacción es usualmente equivocada. He aprendido a esperar, a confiar en el Señor, a pedirle su ayuda, para que pueda discernir mejor y recibir guía”, dice Francisco.
El papa además condenó a quienes denomina “académicos de ley”: los doctrinarios rigurosos que a lo largo de la historia de la Iglesia han cuestionado el mensaje de Jesús de amor incondicional y misericordia, incluso hacia los peores pecadores”.
Sentenció que “a menudo esos cristianos farisaicos son hipócritas, usando la ley para ocultar sus propias “heridas profundas”.
“Esos son hombres que viven apegados a la letra de la ley pero que olvidan el amor, hombres que solamente saben cómo cerrar puertas y trazar límites”, consigna AP.
El nuevo libro, será lanzado en 20 idiomas, abarcando 86 países. Todo esto en el marco del “Año de la Misericordia” instaurado por la iglesia Católica el pasado 8 de diciembre.