El doble campeón consecutivo de Fórmula 1, Lewis Hamilton, se despachó una curiosa confesión en torno a su vida privada, señalando que posee un trastorno del aprendizaje que le trajo varios problemas cuando era niño.

“Soy disléxico y eso es un problema. Me cuesta leer a buen ritmo. Y además, como corría desde niño, faltaba muchos viernes al colegio. El colegio no fue algo divertido para mí”, declaró el piloto de Mercedes.

Además, Hamilton comentó que uno de sus sueños tras retirarse de las carreras es construir un colegio para los niños pobres donde puedan recibir una buena educación, consignó Mundo Deportivo.

“(Me gustaría) construir un colegio para niños pobres, para que pudieran recibir una buena educación y aprende a tocar instrumentos musicales. Yo sé hasta que punto las cosas son difíciles para ellos”, cerró.