Este mes es uno de los más movidos y a veces estresantes del año, por todo lo que implica preparar las celebraciones que se avecinan. Sin embargo, no sólo el cansancio puede pasar la cuenta, también la ansiedad y el poco tiempo puede alterar nuestra rutina alimenticia y descuidar la dieta.
Navidad y Año Nuevo son las celebraciones por excelencia de diciembre, que para muchos trae alegría, regalos, grandes comidas y también el reencuentro con los seres queridos. Pero este periodo corto en que hay que hacer mucho, puede provocar algunos trastornos en nuestra vida, como cansancio y estrés por la exigencia de que todo salga a la perfección.
Y nuestro cuerpo no sólo se resiente a nivel mental, también se producen cambios que quizás no tomamos en cuenta, pero que es importante evitar, como una inadecuada alimentación.
“Toda situación de estrés, ya sea psicológica, por enfermedad, por cambios en el entorno u otra que la genere, implica cambios en nuestro metabolismo. Dependiendo de la magnitud del estrés, será el cambio y cómo afectará nuestro al cuerpo. Todos hemos sufrido de ansiedad y sabemos que muchas veces implica cambios instintivos hacia alimentos de mayor placer, como una forma de contra restar la sensación negativa de la ansiedad”, explica Paolo Castro, consultor en Nutrición y colaborador del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile.
Regalos v/s alimentación
En esta época la compra de regalos muchas veces se vuelve una actividad primordial, que incluso puede cambiar los hábitos alimenticios de los chilenos. Por ejemplo, señala Castro, probablemente al aumentar el gasto en obsequios disminuye la disponibilidad de dinero para una alimentación adecuada, lo que puede afectar en la calidad de la nutrición, principalmente de los grupos más vulnerables de la población.
“Si a lo anterior se suma que llega el calor en la mayor parte de Chile y el tiempo cada día se hace menor, podríamos asumir que con relativa frecuencia veremos cambios en los hábitos alimenticios, como alteraciones en los horarios de comida, ayunos prolongados, posiblemente consumo de comidas rápidas altas en calorías y de bajo aporte nutricional”, agrega.
Para evitar este tipo de conductas y también ganar algunos kilos demás, es fundamental organizarse y no olvidar que una correcta alimentación nos entrega energía para sobrellevar con éxito esta época del año.
Pero además, el profesional señala la importancia de cambios a nivel de la autoridad que faciliten una nutrición saludable, como el restablecimiento de bebederos en los espacios públicos, modificar el Reglamento Sanitario de los alimentos, para que vendedores de frutas y otros productos mínimamente procesados cuenten con su autorización sanitaria y patente municipal, e incluso apurar la aceptación de los FoodTrucks en Chile, que podrían traer muchas buenas propuestas como, por ejemplo, comer ceviche al paso, mix de frutas o platos típicos a precios populares, lo que apoyaría la iniciativa de las guías alimentarias para la población chilena.
Y no sólo el cuidado con la comida es un tema a considerar en esta época. Las altas temperaturas hacen que nuestro cuerpo pierda líquido más fácilmente, por lo que es importante reponerlo constantemente.
Como consejo si tiene que hacer largas filas en tiendas para pagar los regalos o irá al mall de compras, “siempre llevar una botella de agua o un pote de frutas, tanto para hidratarse como también aportar antioxidantes y energía de buena calidad para soportar lo que se viene”, sentencia Paolo Castro.