La preocupación y molestia se ha apoderado de los habitantes de la localidad de Las Cascadas en la provincia de Osorno, tras conocer la posibilidad de la construcción de una central hidroeléctrica en el río Blanco, que tiene un salto de agua conocido a nivel internacional. La iniciativa es rechazada por dos organizaciones que representan a los lugareños.

En la zona existen dos juntas de vecinos. Una está integrada por más de 700 personas y representa al sector, mientras que la otra vela por los intereses de la población flotante del Balneario, a orillas del Lago Llanquihue.

Ambas organizaciones se oponen a la idea de intervenir el río Blanco con fines hidroeléctricos.

Óscar Guzmán, presidente de la principal Junta de Vecinos, dijo que la información ha sido escasa, relatando que todo inició cuando se denunció una tala de bosque ilegal en el sector, así como la existencia de un particular que mantenía cerrado el acceso principal al río.

Dijo que si bien son hechos aislados, permitieron que saliera a la luz el proyecto de la central, que tomaría importantes reservas de agua, que abastecen del suministro a una comunidad superior a las mil personas.

Enzio Gagliardi, tesorero de la Junta de Vecinos que representa al balneario, manifestó que apoyan las acciones que organiza la otra agrupación, criticando el discurso público que habla de desarrollo turístico y que no tiene sustento si es que construye una central hidroeléctrica.

El dirigente reconoció que la oposición no es contra el desarrollo, aseverando que sólo se oponen a iniciativas que invaden pequeñas comunidades, sin que las autoridades las protejan.

Guzmán reiteró el impacto turístico que podría tener una intervención del río Blanco, sobre todo en actividades conocidas a nivel internacional.

Ambos reiteraron que un proyecto de estas características afectaría un importante patrimonio, en una zona con un potencial distinto en materia económica a la generación eléctrica.