El capitán de la selección chilena Claudio Bravo está en Japón con el Barcelona para disputar el Mundial de Clubes, buscando su sexto título de 2015, con el que tomaría el testigo de su compatriota Alexis Sánchez, que lo ganó en 2011, también con los azulgranas.
¿Quién le iba a decir a Bravo que apenas un año y medio después de aterrizar en Barcelona estaría luchando por su sexto trofeo?
Tras ocho años defendiendo la portería de la Real Sociedad, Bravo fichó por el Barcelona en 2014 junto con el alemán Marc André Ter Stegen para cubrir el vacío dejado en la portería por Víctor Valdés.
Con 31 años se sumó a un proyecto ganador que despegaba. El Barcelona concluyó la temporada 2014-2015 con el triplete, Liga-Copa-Champions, y continuó el inicio de la 2015-2016 con la Supercopa de Europa.
Falló en la Supercopa española, sorprendido por el Athletic de Bilbao, y ahora está en Japón para pelear por el Mundial de Clubes.
Aquel 4 de julio
Además Bravo recordará como el día más especial de este 2015 el 4 de julio, cuando levantó la primera Copa América para Chile.
La Roja salió de la lista ‘negra’ de equipos sudamericanos que no habían ganado la competición, dejando en ella únicamente a Ecuador y Venezuela, con una victoria por todo lo alto en el Estadio Nacional ante Argentina, liderada por sus compañeros Javier Mascherano y Leo Messi.
Capitán de Chile desde 2008, también fue elegido mejor portero.
Antes de esta explosión en 2015, Bravo recorrió un largo camino. Fichado por la Real Sociedad en 2006 procedente del Colo Colo, siempre destacó en el equipo vasco y su nombre sonó para algunos grandes europeos, especialmente el Real Madrid.
Pero tuvo que esperar ocho años en San Sebastián, en los que incluso jugó dos años en segunda división, hasta que se concretó su fichaje por el Barcelona, gestionado por Andoni Zubizarreta, antiguo secretario técnico del club y uno de los mejores arqueros de la historia de España.
Tras la estela de Alexis
El chileno, cuyo traspaso al Barça se cerró por 12 millones de euros, destacó en la Liga, en la que jugó 37 partidos y encajó 19 goles (0,51 por partido), el tercer mejor promedio de la historia de la competición.
En las otras dos competiciones ganadas por el Barça, el técnico azulgrana Luis Enrique optó por alinear a Ter Stegen, el joven arquero llegado del Borussia Monchengladbach.
Este curso el técnico Luis Enrique ha apostado de nuevo por la alternancia, aunque Ter Stegen ocupó el marco de manera consecutiva varias semanas en septiembre por una lesión de Bravo. Coincidió con una mala racha del equipo, por lo que no se consolidó.
En cuanto el chileno se recuperó, volvió a ocupar la portería en Liga, competición en la que ha destacado por su regularidad.
Como cada vez que comienza una competición, el debate sobre si en el Mundial de Clubes debe jugar Bravo o Ter Stegen se ha instalado en la afición azulgrana.
El jueves en Yokohama, en semifinales ante el Guangzhou Evergrande, Luis Enrique ofrecerá la respuesta.
Si Bravo gana el Mundial de Clubes recogería el testigo de su compañero en la selección Alexis Sánchez, que participó en la segunda corona del Barcelona en 2011.
Precisamente ambos jugadores se enfrentarán en los octavos de la Liga de Campeones que disputarán Arsenal y Barcelona.
Pero ahora Bravo está concentrado en el Mundial de Clubes. En Yokohama, después de acabar el último entrenamiento entre risas tras ver a Messi acertar con un disparo de 50 metros en una minúscula portería, espera cerrar su inolvidable 2015 con su sexta corona.