A 100 años de su nacimiento el legado de Edith Piaf sigue vibrando

Edith Piaf | AFP | 1955
Edith Piaf | AFP | 1955
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A pocos días del aniversario de Edith Piaf (19/12/1915) se sigue vibrando cien años después de su nacimiento.

La mítica voz de Edith Piaf, que este año habría cumplido cien años, sigue vibrando en el mundo, y su tierra natal, Francia, recuerda estos días a la artista con la publicación de biografías, cartas y nuevas grabaciones.

Édith Giovanna Gassion, su auténtico nombre, nació en el número 72 de la calle Belleville de París, reza desde hace más de 50 años una placa conmemorativa. “En las escaleras de esta casa nació el 19 de diciembre de 1915, en medio de la indigencia, Édith Piaf, cuya voz conmocionó más tarde el mundo”, dice la placa.

Robert Belleret, autor del libro Edith Piaf, vivir para cantar, explica sin embargo que en realidad nació en el hospital Tenon, muy cerca de allí.
“Al mismo tiempo es verdad que gracias a su voz casi sobrenatural esta niña de París, esta flor del asfalto, conquistó el planeta y todavía vibra en nuestras memorias”, asegura el biógrafo.

Las canciones de Piaf siguen vigentes y en las últimas semanas se escucharon en los homenajes a las víctimas de los atentados del 13 de noviembre.
Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, igual que pasó hace dos años con los cincuenta años de su muerte (el 10 de octubre de 1963), se han publicado numerosos libros que recuerdan su carrera, sus amores y sobre todo las canciones de la “Môme” Piaf (“Pequeño gorrión” en francés).
El libre de Belleret reproduce documentos oficiales, entre ellos el certificado de nacimiento, pero también carteles, cartas y artículos de periódico.
Piaf también protagoniza un libro de recuerdos de su amiga Ginou Richer (Piaf, mi amiga), una biografía escrita por Claude Fléouter (Edith Piaf, diez minutos de felicidad al día no están tan mal) y un libro con un centenar de cartas que escribió a su confidente Jacques Bourgeat entre 1936 y 1959 (Cartas al amigo de la sombra).

Nuevas grabaciones

2015 ha sido el año de Piaf en Francia. A principios de año hubo una gran exposición en la biblioteca nacional francesa (BNF) de París, en la que se pudo ver entre otros su célebre vestido negro.

También se inauguró una nueva estatua en el museo de cera de la capital y la cantante fue protagonista en julio del festival de música Francofolies, en la ciudad de La Rochelle.

Y Charles Aznavour, que fue su secretario y escribió letras para sus canciones, le rindió homenaje en un disco publicado en mayo, De la môme à Edith. Pero no hay nada mejor para celebrar su centenario que escuchar de nuevo sus canciones.

En principio no quedan canciones inéditas por descubrir desde que en 2003 se publicaron seis. Aún así el sello Warner ha aprovechado el centenario para publicar sus archivos, en este caso canciones grabadas por Piaf a partir de 1946.

Se trata de un conjunto de 350 temas, entre ellos los más conocidos, que han sido remasterizados a partir de discos de vinilo nuevos de 78 revoluciones y de grabaciones originales, todas ellas reunidas en 20 CD.

Según el director artístico de la edición, Mathieu Moulin, era “un deber” actualizar este repertorio “sin distorsionarlo”, como pasó con las primeras grabaciones de Piaf, entre 1936 y 1945.

Esta nueva edición, explica Moulin, ha permitido corregir imperfecciones que había en algunas canciones. Es el caso de Le bal dans ma rue (1949), de la que sólo se conocía hasta ahora una versión demasiado rápida con relación a la original.

El trabajo de la discográfica también ha permitido descubrir que Piaf grabó en algunas ocasiones dos versiones de la misma canción, como en los casos de Jezebe (1951), Les Amants de Venise (1953) o Heureuse (1953).

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A pocos días del aniversario de Edith Piaf (19/12/1915) se sigue vibrando cien años después de su nacimiento.

La mítica voz de Edith Piaf, que este año habría cumplido cien años, sigue vibrando en el mundo, y su tierra natal, Francia, recuerda estos días a la artista con la publicación de biografías, cartas y nuevas grabaciones.

Édith Giovanna Gassion, su auténtico nombre, nació en el número 72 de la calle Belleville de París, reza desde hace más de 50 años una placa conmemorativa. “En las escaleras de esta casa nació el 19 de diciembre de 1915, en medio de la indigencia, Édith Piaf, cuya voz conmocionó más tarde el mundo”, dice la placa.

Robert Belleret, autor del libro Edith Piaf, vivir para cantar, explica sin embargo que en realidad nació en el hospital Tenon, muy cerca de allí.
“Al mismo tiempo es verdad que gracias a su voz casi sobrenatural esta niña de París, esta flor del asfalto, conquistó el planeta y todavía vibra en nuestras memorias”, asegura el biógrafo.

Las canciones de Piaf siguen vigentes y en las últimas semanas se escucharon en los homenajes a las víctimas de los atentados del 13 de noviembre.
Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, igual que pasó hace dos años con los cincuenta años de su muerte (el 10 de octubre de 1963), se han publicado numerosos libros que recuerdan su carrera, sus amores y sobre todo las canciones de la “Môme” Piaf (“Pequeño gorrión” en francés).
El libre de Belleret reproduce documentos oficiales, entre ellos el certificado de nacimiento, pero también carteles, cartas y artículos de periódico.
Piaf también protagoniza un libro de recuerdos de su amiga Ginou Richer (Piaf, mi amiga), una biografía escrita por Claude Fléouter (Edith Piaf, diez minutos de felicidad al día no están tan mal) y un libro con un centenar de cartas que escribió a su confidente Jacques Bourgeat entre 1936 y 1959 (Cartas al amigo de la sombra).

Nuevas grabaciones

2015 ha sido el año de Piaf en Francia. A principios de año hubo una gran exposición en la biblioteca nacional francesa (BNF) de París, en la que se pudo ver entre otros su célebre vestido negro.

También se inauguró una nueva estatua en el museo de cera de la capital y la cantante fue protagonista en julio del festival de música Francofolies, en la ciudad de La Rochelle.

Y Charles Aznavour, que fue su secretario y escribió letras para sus canciones, le rindió homenaje en un disco publicado en mayo, De la môme à Edith. Pero no hay nada mejor para celebrar su centenario que escuchar de nuevo sus canciones.

En principio no quedan canciones inéditas por descubrir desde que en 2003 se publicaron seis. Aún así el sello Warner ha aprovechado el centenario para publicar sus archivos, en este caso canciones grabadas por Piaf a partir de 1946.

Se trata de un conjunto de 350 temas, entre ellos los más conocidos, que han sido remasterizados a partir de discos de vinilo nuevos de 78 revoluciones y de grabaciones originales, todas ellas reunidas en 20 CD.

Según el director artístico de la edición, Mathieu Moulin, era “un deber” actualizar este repertorio “sin distorsionarlo”, como pasó con las primeras grabaciones de Piaf, entre 1936 y 1945.

Esta nueva edición, explica Moulin, ha permitido corregir imperfecciones que había en algunas canciones. Es el caso de Le bal dans ma rue (1949), de la que sólo se conocía hasta ahora una versión demasiado rápida con relación a la original.

El trabajo de la discográfica también ha permitido descubrir que Piaf grabó en algunas ocasiones dos versiones de la misma canción, como en los casos de Jezebe (1951), Les Amants de Venise (1953) o Heureuse (1953).